PROYECTOS DE ARQUITECTURA
Cada época está definida por un estilo arquitectónico concreto, que va variando según las nociones culturales y artísticas predominantes en el momento del que se trate. El estilo arquitectónico es el conjunto de peculiaridades y características concretas que conforman las tendencias artísticas de un determinado periodo de tiempo. Los autores contemporáneos a una época adoptan las nociones artísticas imperantes en la misma como base para sus creaciones, estandarizando las obras bajo unos patrones comunes. Esto ayuda a clasificar históricamente los diferentes edificios y proyectos de arquitectura, que pueden ser encuadrados en un estilo u otro atendiendo a unas características identitarias.
CUATRO ELEMENTOS
Los expertos en historia de la arquitectura han fijado unos criterios a la hora de clasificar las obras arquitectónicas para poder agruparlos en los diferentes estilos arquitectónicos. Se trata de cuatro elementos básicos, que definen cualquier obra: la forma de los elementos arquitectónicos, los materiales y el método de construcción empleado y el carácter espacial de la obra. Estos ítems han servido para conformar una historia de la arquitectura, que podría repasarse según las características apreciables en los edificios de cualquier ciudad o región. La cronología reflejaría las modas cambiantes, de período en período, así como otras modificaciones en materia de creencias religiosas, nuevas tecnologías de edificación, investigaciones científicas, experimentación con materiales novedosos y, por supuesto, la aparición de ideas arquitectónicas originales, fruto del estudio y la brillantez de los arquitectos.
EVOLUCION
Los criterios que definen los diferentes estilos arquitectónicos han propiciado que, en determinadas épocas, nos hayamos encontrado con la convivencia de dos o más estilos. Se trata de obras similares, pero que difieren en alguna característica, como puede ser la forma de un elemento en cuestión. Por otro lado, la evolución de un estilo arquitectónico a otro se puede propiciar de una forma gradual, variando progresivamente sus características, o de manera brusca, rompiendo totalmente con todo lo asumido anteriormente. Un ejemplo de ello se dio con el Movimiento Moderno, que encontró un lenguaje sumamente novedoso y universal, propugnando la eliminación de los regionalismos y adoptando rasgos de la industrialización, la ingeniería y la ciencia de los materiales.
RENACIMIENTO
Uno de los estilos más importantes a lo largo de la Historia ha sido el Renacimiento, que comenzó en Italia en el siglo XV y se expandió, con rasgos totalmente diferenciados, a otras regiones por toda Europa. Eso refleja el carácter migratorio de la mayoría de los estilos arquitectónicos, que se dispersan por diferentes regiones instalándose en las obras de ciudades separadas por cientos de kilómetros. Los estilos arquitectónicos, pues, suponen un referente crucial a la hora de introducirnos en la Historia del Arte Universal.