La Ermita de Santa María la Antigua en Carabanchel (Madrid)

Uno de los edificios religiosos más singulares y con mayor trascendencia en la vida y costumbres de la Villa de Madrid es, a pesar de su sencillez y pequeño tamaño, la Ermita de Santa María la Antigua en Carabanchel.

La importancia de este edificio radica en dos factores: uno arquitectónico y estilístico, ya que se trata de uno de los pocos edificios mudéjares que se conservan en Madrid y presenta elementos muy singulares, y otro que entronca con la figura popular más importante de la ciudad, San Isidro, al estar el edificio anterior levantado sobre una antigua ermita dedicada a la advocación de Santa María Magdalena, donde el patrón de la ciudad rezaba y testigo de alguno de sus milagros

Ermita de Santa María la Antigua de Carabanchel - Vista generalAlzado sur de la ermita de Santa María la Antigua

La iglesia primitiva estaba compuesta por la nave central y el ábside semicircular, con una torre a los pies del muro oeste de la nave. Al fondo de la nave, en una segunda altura se sitúa el coro.

Ermita de Santa María la Antigua de Carabanchel - PlantaPlanta de la ermita de Santa María la Antigua

Pedro José Navascués Palacio (1961) habla del estado de abandono y deterioro de la ermita y ya describe la existencia de un importante desplome del muro sur y de un contrafuerte añadido con posterioridad al edificio original, pero en fecha indeterminada. Con anterioridad al año 1997 no existe ninguna intervención documentada, si bien, teniendo en cuenta la evolución natural del edificio a partir de su estructura inicial, se pueden definir una serie de modificaciones desde su construcción, según se apunta en el proyecto de Pedro Iglesias Picazo (1997): el muro norte, debió ser rehecho, tras la caída de la cubierta, que provoco asimismo el desplome del muro sur; se levantaron los pilares que dividen el interior de la iglesia, y que soportan la nueva cubierta; se edificó la sacristía a lo largo del siglo XVIII y se añadió la escalera de acceso al campanario.

P1110530Vista del estado actual de la fachada sur y la torre

P1110533Vista del estado actual de la fachada sur y la sacristía

Como ocurre en todos los edificios históricos, la ermita de Santa María la Antigua es el resultado de su propio desarrollo histórico. En su estado actual de está formada por la que se puede considerar una única nave, aunque los pilares existentes, posteriores a la construcción original, la dividen en tres espacios que, por su configuración, no pueden considerarse naves diferenciadas. La nave está cubierta por una estructura de madera a dos aguas que se apoya en los mencionados pilares.

Ermita de Santa María la Antigua de Carabanchel - InteriorVista interior de la ermita

El único ábside está formado por un tramo recto cubierto por bóveda de cañón y un cierre semicircular cubierto por una semicúpula o bóveda de horno. Al exterior se abre una única ventana de ojiva túmida, ciega, con despiece enjarjado en el centro del ábside. Junto al mismo se abre la sacristía, levantada en una época mucho más moderna que el resto y que oculta una parte importante de la fachada sur y el propio ábside.

IMG_0349rDetalle del ábside

A los pies de la ermita, junto al muro oeste, se levanta una torre espadaña, con un primer cuerpo macizo de cajones de mampostería y ladrillo y macizado de ladrillo en las esquinas. En este primer cuerpo se aprecia una separación evidente de la fábrica hasta aproximadamente 1,50 metros por encima del alero, lo cual indica dos etapas de construcción diferentes. Posiblemente existía una primera espadaña que se levantaba ligeramente por encime de la nave, de la cual se demolió el cuerpo de las campanas para doblar su espesor y aumentar la altura con el segundo cuerpo hueco con seis huecos para campanas.

Una doble altura a los pies de la nave sitúa el coro, por el que actualmente se accede a la escalera que comunica con la torre y al cual se puede subir por una escalera realizada dentro de una de  las últimas actuaciones. Los elementos de madera que constituyen el mismo conservan parte de las interesantes policromías que lo decoraron en inicio.

La entrada principal está situada en el muro sur, aunque también dispone de una entrada en el oeste, a los pies de la nave. La portada del muro sur está formada por tres arquivoltas ligeramente apuntadas, de las cuales la central está lobulada. Esta fachada sur presenta un importante desplome hacia el exterior documentado desde los primeros años de uso del edificio, que pudo deberse al colapso de la cubierta original. Para tratar de dar solución a dicho desplome se ejecutó en su día un contrafuerte, que el momento actual presenta un importante deterioro y cuya fábrica no se encuentra trabada con el muro original.

IMG_0380r1Vista de detalle de la portada sur

Toda la planta baja se encuentra a cota de terreno, salvo el presbiterio, que se alza sobre el resto de las partes, y la sacristía, que se encuentra una altura más baja que el resto del conjunto. Los muros interiores se encuentran en el momento actual enfoscados de yeso blanco y pintados. El arco que separa el presbiterio de la nave es un arco apuntado de tres centros con triple moldura que, como en la portada sur, es lobulada en su elemento intermedio.

El muro norte presenta un acabado diferente al resto de fachadas ya que, si bien está compuesto por cajones de tapial de tierra y verdugadas de ladrillo, estos se encuentran enfoscados al exterior. También se ha colocado un zócalo de aplacado de granito que no existe en el resto del edificio.

IMG_0417tDetalle de los cajones de mampostería de la torre

El muro norte presenta un acabado diferente al resto de fachadas ya que, si bien está compuesto por cajones de tapial de tierra y verdugadas de ladrillo, estos se encuentran enfoscados al exterior. También se ha colocado un zócalo de aplacado de granito que no existe en el resto del edificio.

Se trata, como se puede apreciar, de un edificio de gran interés por sus características artísticas y su importancia en la cultura popular y religiosa de la Villa de Madrid. Es por ello que creemos que un primer paso para su mantenimiento, como en el resto del Patrimonio, debe ser  la divulgación porque, como hemos dicho en ocasiones anteriores «lo que no se conoce, no se valora». Sirva este post para decir: «Tenemos cerca una pequeña joya. Conozcámosla.»

 IMG_0427rDetalle de mampostería en la fachada de la sacristía

 

* Las imágenes y gráficos son obra del autor y forman parte de un trabajo más amplio, y por tanto están sujetas a derechos de autor. Se agradecería que, en el caso de que se precisen para su distribución, se solicitara con antelación el permiso correspondiente.

* Nuestros más sinceros agradecimientos a la  D. G. de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid y al Arzobispado de Madrid por darnos la oportunidad de trabajar en el mantenimiento y la recuperación de un Bien de Interés Cultural de la importancia de la ermita de Santa María la Antigua de Carabanchel.

 

BIBLIOGRAFÍA

NAVASCUÉS PALACIO, Pedro José (1961) “La ermita de Santa María la Antigua en Carabanchel (Madrid)” en Al-Andalus, 26:1, pp. 194-201

Las bóvedas de la Iglesia de San Martín de Mota del Marqués (Valladolid)

Las oportunidades de acceder a las bóvedas de una iglesia hasta poder tocarlas son verdaderamente escasas, y hay que aprovecharlas dentro de lo posible. Éste es el caso de la Iglesia de San Martín de Mota del Marqués, en la provincia de Valladolid, cuyas obras de rehabilitación permiten el acceso rápido, cómodo y seguro a unos elementos que, de otra manera, sólo pueden verse desde el suelo, a unos 15 metros de distancia.

El objetivo de este post no es realizar un análisis en profundidad del edificio y de su estructura, trabajo que pretendemos realizar más adelante, sino mostrar una serie de imágenes que de otra manera es imposible obtener. Por supuesto, estas imágenes dan mucha información sobre los procesos constructivos desarrollados por los maestros canteros y sobre el funcionamiento estructural de las bóvedas, pero eso formará parte de un trabajo más profundo y amplio.

La Iglesia de San Martín es obra, en su práctica totalidad, de Rodrigo Gil de Hontañón, tanto en su proyecto como en la dirección de las obras, entre 1540 y 1558.

DSC_0007Vista de las naves desde el presbiterio (Fotografía de Clara I. Justo Alonso)

DSC_0011Vista de las bóvedas del presbiterio y el ábside poligonal (Fotografía de Clara I. Justo Alonso)

DSC_0010Vista de la bóveda central del tercer tramo (Fotografía de Clara I. Justo Alonso)

Se trata de una iglesia salón de tres naves con tres tramos cada una, y cabecera poligonal. Todos los tramos se cubren mediante bóvedas de crucería con terceletes y combados. En los tramos de la nave central, que en planta forman cuadrados de aproximadamente 8 metros de lado, se reproduce un dibujo de crucerías con cuatro lóbulos apuntados hacia los arcos formaros y perpiaños y dos cuadrados tangentes, el exterior ligeramente deformado para formar una estrella. Las fotografías de detalle pertenecen al tercer tramo de la nave central y a las bóveda que cubre el ábside y el presbiterio.

Así, la tracería de la bóveda y los consecuentes encuentros de los nervios dan lugar a la aparición de 17 claves en los mismos, con una decoración de gran colorido, divida en varios grupos temáticos según su ubicación.

IMG_1006r2Detalle de la clave central de bóveda. Tercer tramo de la nave principal

IMG_1128grDetalle de la clave central de la bóveda del ábside (Se ha girado la fotografía para facilitar la lectura de los textos)

En la clave central se muestra un escudo sujetado por dos querubines. En él se distingue un castillo de tres torres, rodeado por cinco flores de lis y bajo el que surge una hidra de siete cabezas, y sobre el conjunto una sencilla cruz griega. En la clave principal del tramo recto correspondiente al presbiterio, previo la bóveda del ábside, se repite el mismo escudo, con un nivel de acabados sensiblemente mayor, ya que se trata de la clave que se encuentra directamente sobre el altar, y con dos inscripciones en latín: POSUIDEUM PROTECTOREM MEUN, que podría significar «el poder de Dios protector mío», e IN HOC + VINCIS, que significa «con esta cruz vencerás» (Ruego a aquel que entienda latín, a un nivel mayor que el que me permiten mis escasos recuerdos de BUP y mi imaginación, que me corrija en el caso de que haya cometido algún error en estos significados).  Se trata del blasón de Don Constantino del Castillo, Deán de Cuenca y Comendador de la Encomienda de Santa María de Castellanos de la Orden Teutónica, que fue promotor y mecenas de las obras.

En torno a la clave central, formando los vértices del cuadrado más pequeño, un grupo de cuatro medallones forman las claves secundarias de los arcos cruceros. Este grupo está formado por cuatro efigies que, probablemente, representen a los cuatro evangelistas.

IMG_1011r2Detalle de la clave secundaria de los arcos cruceros, en el tercer tramo de la nave principal, representando probablemente a San Juan Evangelista

Los terceletes se han trazado en la bisectriz entre los arcos ojivos y los formeros, de forma que en su intersección se sitúan los vértices del segundo cuadrado y se marcan mediante cuatro claves secundarias con motivos florales. Sobre los nervios terceletes, en el punto de intersección con los combados, se forman ocho claves secundarias decoradas con motivos geométricos.

IMG_1038r2Detalle de la clave secundaria en la intersección de los nervios terceletes

IMG_1069r2Detalle de la clave secundaria en la intersección de los nervios terceletes y los combados

En la construcción de este tipo de bóvedas según las reglas de Rodrigo Gil de Hontañón busca la estandarización de los procesos, de forma que las ocho claves que forman la estrella central se encuentran a la misma altura unidas por nervios de directriz horizontal, mientras que el resto de las ligaduras buscan una misma curvatura modificando las alturas de arranque en las jarjas. Así, la estereotomía de las dovelas y, sobre todo, de las claves es muy homogénea y permite una simplificación de los trabajos de cantería.

En la fotografía siguiente se muestra una de las claves secundarias, a la cual acometen hasta ocho nervios. La geometría de dichos elemento debe ser perfecta para solucionar dicho encuentro, a pesar de lo cual, la puesta en obra permite cierta flexibilidad.

IMG_1023rDetalle del encuentro de nervios en una de las claves secundarias

IMG_1073rDetalle de calve secundaria en uno de los nervios terceletes

Como se puede apreciar en la imagen siguiente, la traza y el corte de las claves de la bóveda sobre el tramo recto del presbiterio están mucho más trabajos, coincidiendo con la sección de los nervios principales. De la misma  manera, se puede observar el trazado horizontal del rampante, el nervio central que recorre la bóveda en la dirección de la nave, y la exactitud en el corte de las piezas para el encaje de las secciones de los nervios y en las claves.

IMG_1131rVista de la bóveda sobre el presbiterio.

En definitiva, la posibilidad de acceder directamente a las bóvedas permite la observación de detalles que de otra manera pasarían desapercibidos y el acercamiento al trabajo de cantería de los hombres que lo ejecutaron hace casi 500 años.

 

* Todas las fotografías son obra del autor, con excepción de aquellas en las que expresamente se indica lo contrario. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor.

* Nuestros más sinceros agradecimientos a la propiedad y la empresa Valuarte, que está llevando a cabo los trabajos de restauración de las bóvedas, por permitirnos el acceso a las mismas y la oportunidad única de tenerlas al alcance de la mano.

 

BIBLIOGRAFÍA

CASASECA CASASECA, Antonio (1988)  “Rodrigo Gil de Hontañón”. Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Bienestar Social. Salamanca.

MARTÍN, Rafael, CÁMARA, Leandro y MURILLO, José Ignacio (2013) “La iglesia de San Martín en Mota del Marqués (Valladolid): Proyecto y construcción” en Actas del Octavo Congreso Nacional de Historia de la Construcción. Ed. Santiago Huerta y Fabián Pérez Ulloa, Madrid: Instituto Juan de Herrera, pp.621-630

PALACIOS GONZALO, José Carlos (2009).“La Cantería Medieval. La Construcción de la Bóveda Gótica Españolas” Ediciones Munilla-Lería. Madrid.

VASALLO, Luis y PÉREZ. Sergio (2011) “Rodrigo Gil de Hontañón en Valladolid. La iglesia de la Mota del Marqués para Constantino del Castillo y otras obras” en BSAA Arte nº77. Universidad de Valladolid. pp. 36-62

 

 

Skogskyrkogarden, el Cementerio en el Bosque de Asplund y Lewerentz

Una de las visitas obligadas cuanto se viaja a Estocolmo es, sin duda, Skogskyrkogarden, el Cementerio en el Bosque, como uno de las obras más importantes de la arquitectura moderna, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1994.

Una de sus características principales, quizá la más importante, es que no (sólo) es arquitectura, o en todo caso es una arquitectura en el interior de la naturaleza. Fue creado entre 1917 y 1940 por los arquitectos Gunnar Asplud y Sigurd Lewerenz en el bosque de Eskende, al sur de Estocolmo, sobre la idea del retorno a la naturaleza y mediante el uso de sus elementos simbólicos: el agua, el árbol, la piedra y la luz.

P1100916R1En el acceso, piedra y agua

Para los ciudadanos del sur de Europa, y más concretamente para los españoles, la idea de un cementerio abierto en la naturaleza, por el cual es posible un paseo agradable más allá de la idea de hacer una visita a los difuntos, nos puede resultar extraña, acostumbrados como estamos a cementerios con grandes tumbas de piedra (de granito, de mármol) y caminos asfaltados para llegar hasta ellas.

La sensación cuando se llega a Skogskyrkogarden es la de quien se dispone a dar un paseo por el bosque, y no la de quien va a llevar flores a sus familiares. Es una forma de acercamiento y de aceptación de la muerte como parte de la naturaleza que nosotros no tenemos, posiblemente por nuestra cultura católica.

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El acceso al cementerio se realiza por un sendero rectilíneo de lajas de granito, que diferencia la presencia puramente humana, la zona de nichos, las capillas y el crematorio, del territorio de la naturaleza. La gran cruz situada en la pradera es el símbolo que domina el conjunto e indica a quien se acerca que se encuentra en un lugar especial. Es en este punto, en el claro, donde se concentran la mayor parte de las edificaciones y el bosque, prácticamente inalterado, significa lo vernáculo y romántico de la naturaleza.

P1100913Zona de nichos, donde se encuentra la tumba de Gunnar Asplund

El mayor elemento edificado es el conjunto del crematorio, compuesto por las capillas de la Fe, de la Esperanza y de la Santa Cruz,  así como el gran pórtico que sirve  tanto de acceso a esta última capilla como de antesala del bosque. Se trata de una arquitectura con un lenguaje totalmente moderno, construida a partir de 1937, con un marcado carácter funcional y una ensimismada atención al uso de cada elemento, a su relación con el paisaje y al detalle.

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P1100905El claro. El lago, la cruz y el espacio humanizado

Sobre la pradera, en el lugar más alto del cementerio, se encuentra la Colina de la Meditación. Es un espacio de recogimiento, rodeado por 12 grandes olmos, en el que, aislados del exterior, los familiares y los visitantes pueden hacer un alto en el tiempo y vivir su propia experiencia en soledad. Desde la colina nace un sendero rectilíneo, el Camino de las Siete Fuentes, que atraviesa el bosque, hasta la Capilla de la Resurrección, diseñada por Lewerentz.  Recorriendo este camino es cuando el visitante entra en contacto directo con la naturaleza escandinava, un denso bosque de grandes arboles a cuya sombra descansan los muertos.

P1100902La Colina de la Meditación

P1100900El Camino de las Siete Fuentes y la Capilla de la Resurrección

Cementerio en el Bosque - Asplund y LewerentzEl lugar de reposo en el bosque

Inserta en esa naturaleza, en un claro del bosque, encontraremos la Capilla en el Bosque, de Asplund. Se trata de la imagen más conocida de este lugar y es uno de los edificios que han dado forma a la arquitectura escandinava. Se trata de un pequeño edificio de madera en el cual utiliza elementos clásicos, como columnas dóricas, una cubierta inclinada y materiales autóctonos, con un lenguaje moderno en busca de la expresividad de la forma y la conexión con la naturaleza.

En sendero de aproximación a la capilla está flanqueado por la verticalidad de los árboles, a la que da continuidad mediante las doce columnas que forman el pórtico de entrada a la capilla. En este punto el visitante pasa por un espacio angosto, de apenas dos metros de altura, que sugiere un espacio de recogimiento frente a lo grandioso de la naturaleza que lo rodea (a lo sublime de la naturaleza, que nos recuerda a algunas pinturas de Caspar David Friedrich). Pero en realidad se trata de nuevo de un juego de contrarios, ya que da paso de nuevo a un amplio espacio, una bóveda de 7 metros de diámetro, iluminado cenitalmente, pero que mantiene la sensación de un especio de recogimiento con una gran carga emocional.

Capilla en el Bosque - Asplund Acceso a la Capilla en el Bosque

Capilla en el Bosque - Asplund Capilla en el Bosque

Capilla en el Bosque - Asplund Capilla en el Bosque. Porche de acceso

A continuación podéis ver imágenes de los planos originales de Gunnar Asplund, que se encuentran disponibles en el archivo digital del Arkitektur- och designcentrum de Estocolmo (Suecia).

Capilla en el Bosque - Planta

Capilla en el Bosque. Planta

Capilla en el Bosque - Sección

Capilla en el Bosque. Sección

Capilla en el Bosque - Alzado

Capilla en el Bosque. Alzado lateral

El Cementerio en el Bosque, como hemos visto, pone en conexión aspectos contrarios, como la naturaleza y la obra del hombre, lo moderno y lo tradicional, lo funcional y lo emocional, en un juego tan sutil que se disfraza del simple disfrute de una naturaleza humanizada, o de una humanidad naturalizada. En su recorrido se pone en conexión al hombre con la muerte, pero buscando la sensación del tránsito natural.

El Cementerio en el Bosque, por tanto, no habla de la muerte sino de la transición, de la vuelta de lo propiamente humano a la naturaleza. Y todo ello desde el punto de vista más liviano de un agradable paseo por el bosque.

* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor.

La Basílica de San Vicente en Ávila

Cuando a uno le mencionan la ciudad de Ávila, inmediatamente la imagen que le viene a la cabeza es la de las imponentes murallas que protegen su casco histórico, unas de las mejor conservadas del mundo. Pero Ávila (del Rey, de los Leales y de los Caballeros) no es sólo una ciudad amurallada sino que goza, tanto intramuros como extramuros, de un importantísimo patrimonio histórico artístico dentro del cual destaca, por su presencia física y en el desarrollo de la ciudad, la Basílica de los Santos Hermanos Mártires Vicente, Sabina y Cristeta.

Más conocido como Basílica de San Vicente, el edificio se encuentra situado extramuros, frente a la puerta noroeste de la muralla (llamada hoy día, por motivos obvios, puerta de San Vicente). Se trata de uno de los puntos más altos de la ciudad, desde el cual se domina una amplia vaguada al norte.

Basílica de San Vicente en Ávila - Detalle del pórtico surDetalle del pórtico de la fachada sur

Como es habitual en este tipo de conjuntos, su construcción se dilató durante varios siglos y, por tanto, es posible observar el desarrollo de diferentes estilos artísticos entre los siglos XII y XV. En el estado actual tiene planta de cruz latina con tres naves, dos naves laterales y una nave central de mayor altura a la que se abre un triforio sobre las naves laterales y un claristorio que ilumina el interior, y tres ábsides de plantas semicircular en la cabecera.

El recorrido del visitante por la ciudad le llevará, sea cual sea, a la Plaza de San Vicente, la cual abre un amplio espacio a la fachada sur de la Basílica, a lo largo de la cual se desarrolla un amplio pórtico de granito del siglo XV.

Basílica de San Vicente en Ávila - Portada sur del cruceroPortada sur

La primera fase de los trabajos, desarrollada en el siglo XII en un claro estilo románico, incluye los ábsides, la cripta, los brazos del crucero y las naves hasta una primera altura, la de las naves laterales. Entre los elementos más importantes de esta etapa destaca el triple ábside de la cabecera y  la portada sur.

Con la habitual configuración de ábside mayor flanqueado por los dos ábsides menores, llama la atención su gran altura, debida a la pendiente del terreno y a la existencia de la cripta.

Basílica de San Vicente en Ávila - Fachada principalTorres y nártex de acceso

Hacia mediados de siglo, en torno a 1160, se levantaron las torres de distinta altura a los pies de las naves laterales y el nártex de acceso, cubierto por una decorada bóveda nervada y con un balcón sobre la portada que, además de conectar ambas torres se abre a la nave principal.

El pórtico, cuyo tímpano se divide en dos, está cubierto por cinco arquivoltas de medio punto muy decoradas sustentadas por figuras de los apóstoles.

Basílica de San Vicente en Ávila - NartexBóveda nervada que cubre el nártex

Basílica de San Vicente en Ávila - Detalle de portada oestePortada occidental, muy  amplia y decorada

A finales del siglo XII se produce un cambio en el desarrollo de la construcción, con la entrada de un taller borgoñón, que supuso el progresivo cambio de estilo del románico a un primer gótico.

El interior se organiza en tres naves, que descargan sobre los muros exteriores y grandes pilares cruciformes con una decoración muy sobria. Las naves laterales están formadas por gruesos arcos fajones y bóvedas de arista, en un estilo que indica que, al menos, se inició en la primera fase.

Basílica de San Vicente en Ávila - Nave lateralVista de la nave lateral, con sus imponentes arcos fajones de medio punto 

La nave central se cubre con bóvedas de crucería con nervios muy marcados, formadas por arcos perpiaños y formeros ligeramente apuntados, en un estilo románico pero como germen del primer gótico.

Basílica de San Vicente en Ávila - Nave centralVista de las bóvedas de la nave central

Basílica de San Vicente en Ávila - Nave central 2Vista de la nave central, incluyendo los arcos formeros de la nave lateral, el triforio y el claristorio

Tras este periodo borgoñón, se inició uno de inactividad durante el cual la iglesia sufrió serios deterioros a causa del abandono, llegando a temerse por su ruina. A ello se añadió el asiento de dos de los grandes pilares de los arcos torales. Las obras de reparación y finalización, ordenadas por el rey Alfonso X el Sabio, no finalizaron hasta principios del siglo XIV, con el levantamiento del cimborrio, de planta cuadrada y cubierto por una imponente bóveda de crucería octogonal muy decorada.

Basílica de San Vicente en Ávila -  CimborrioBóveda de crucería del cimborrio

Tras su finalización y después de más de cinco siglos de existencia y de ciertas intervenciones que no variaron la esencia del la misma, la Basílica de San Vicente fue objeto de varias restauraciones importantes entre mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, dirigidas por los arquitectos Hernández Callejo, Vicente Miranda y, sobre todo, Repullés y Vargas, con criterios historicistas.

* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor.

**Este post es simplemente un acercamiento personal y superficial a un edificio que, como la mayor parte de los de su tipo, ha tenido un desarrollo muy complejo y una vida azarosa. Quien quiera conocer en profundidad la Basílica de San Vicente en profundidad debe consultar sin duda alguna la magnifica tesis doctoral de Pedro Feduchi, para aprender sobre Ávila y su arquitectura en esos siglos:
FEDUCHI CANOSA, P., La Basílica de San Vicente de Ávila, Tesis doctoral, Escuela Técnica Superior de Arquitectura. Universidad Politécnica de Madrid, 2007.

La Ciudad Vieja de Melilla (I): Los recintos segundo y tercero

El recinto fortificado de Melilla es, desde hace siglos, un punto estratégico para el control marítimo del Mediterráneo. Así, han existido desde la antigüedad asentamientos púnicos, romanos o mauritanos, entre otros, hasta levantamiento de las fortificaciones que existen actualmente.

El conjunto está compuesto por cuatro diferentes recintos amurallados. El primer recinto se asienta sobre la península natural que se adentra en el mar Mediterráneo y fue construido durante el siglo XVI, los recintos segundo y tercero se edificaron, entre los siglos XVII y XVIII en el istmo que une dicha península con el continente africano y el cuarto recinto forma la cerca exterior e incluye el resto de los recintos, protegiendo el conjunto de incursiones desde el continente.

Mapa de los recintos fortificadosPlano de los recintos fortificados, tomado de Melillalavieja.com

1. Frente de la Marina   2. Plaza de la Maestranza   3. Plaza del Estopiñán o del Gobernador   4. Calle de San Miguel   5. Calle Miguel Acosta   6. Calle Alta    7. Plaza de Doña Adriana    8. Frente de Levante    9. Hospital del Rey  10. Murallas de la Cruz o Trápana    11. Baluarte de la Concepción    12. Frente de Tierra   13. Plaza de Armas   14. Foso de Hornabeque   15. Vista desde la antigua plaza de los Carros    16. Foso de los Carneros    17. Murallas de la Alcazaba    18. Murallas del Cuarto Recinto   19. Fuertes de las Victorias    20. Vistas desde el mar

En la actualidad, tras importantes intervenciones de restauración, los recintos fortificados se encuentran en un excelente estado de conservación.

Desde la ciudad moderna es posible acceder a la Ciudad Vieja por varios puntos. Uno de ellos se abre desde la actual Plaza de la Tres Culturas (15) por el foso del Hornabeque (14). Se trata de la zona más baja de la fortificación y a través de ella es posible acceder, mediante una serie de plataformas, rampas y escaleras, al resto de la misma y a la propia Ciudad Vieja.

Melilla - Acceso por el foso del HornabequeAcceso al segundo recinto fortificado por el foso del Hornabeque

Tras las importantes intervenciones llevadas a cabo, los elementos que la componen se encuentran en muy buen estado. Desde el desconocimiento de su estado anterior, parece una intervención muy respetuosa, ya que los materiales y los elementos que la componen trasladan al visitante a la época en los que la fortaleza tenía realmente un uso militar. Toda la zona correspondiente al y tercer recinto se ha convertido en un agradable entorno para la visita y para las vistas al mar Mediterráneo y del resto de la Ciudad Vieja.

Melilla - Foso del HornabequeFoso del Hornabeque

Una vez entra el visitante en esta primera zona, lo que más llama la atención es la superposición de los volúmenes, formados sobre todo por planos inclinados y superficies curvas, que dan forma al recorrido. Y es este recorrido, esta promenade architecturale la que convierte este espacio de uso militar en un elemento puramente arquitectónico, que tiene sentido en sí mismo y a través de las vistas hacia el entorno.

Se trata de un elemento que no hay que ver desde fuera, sino que hay que visitar, recorrer y «ver hacia el exterior».

P1100464Baluarte de San Pedro y cala de los Galápagos, desde el Torreón de las Cinco Palabras, en el tercer recinto

Melilla - Foso del Hornabeque

Puente sobre el foso del Hornabeque

Cruzando el foso por el puente se accede al segundo recinto, formado por la Plaza de Armas (13) y los baluartes que la rodean, el de San Pedro y el de San José. Se trata de una plaza abierta y escalonada, bajo la cual se encuentran los calabozos del antiguo presidio.

Sobre el foso de Santiago, atravesando la puerta del mismo nombre y el túnel de Santa Ana, se accede al primer recinto en la Plaza de la Maestranza, donde se encuentran los antiguos aljibes. Éstos se construyeron a finales del siglo XVI y se mantuvieron en uso, para los habitantes de la ciudad, hasta el año 1947.

P1100475Bóveda sobre las salas que forman la Puerta de Santiago

P1100476Fachada de acceso a los aljibes, donde se aprecia la huella de la antigua rampa por la que se accedía al nivel superior

Desde esta plaza comienza la visita al primer recinto, que hoy día continua habitado y cuyas estrechas callejuelas nos conducirán a interesantes edificios civiles, militares y religiosos y a las maravillosas vistas que la rodean. Pero eso será en el próximo post.

* Todas las fotografías son obra del autor, excepto aquellas en las que se especifica lo contrario. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

Nuestro Patrimonio es nuestra Historia

Cada vez que entraba en esa habitación los ojos se le iban sin remedio a esa atestada estantería.

Con apenas 10 años sabía que no debía tocarlos, que eran muy frágiles, pero la tentación era muy fuerte. Aprovechando que él no estaba se subía a la cama y los tocaba, pasando los dedos por los lomos, como si fuera un piano.

Unos estaban nuevos, otros tenían las esquinas gastadas: llevaban una vida mucho más intensa. De vez en cuando aparecían títulos diferentes. Algunos tenían una funda de plástico, la fruta prohibida.

Leía una y otra vez: La Canción de Juan Perro, Rattle and Hum, Kiss me, Kiss me, Kiss me… acariciando las letras.

Un día la tentación fue mayor que la responsabilidad. Quizá había escuchado esa Love Song en la radio y necesitaba “ver” Pictures of You o La Estatua del Jardín Botánico. Ese día, cuando levantó la aguja y la posó con cuidado sobre el vinilo comenzó a poner banda sonora a su vida.

Años después, cuando, acompañado por la mujer de su vida, cruzaba conduciendo el puente de Brooklyn, escuchaba en su cabeza Hey Manhattan!. Y sonreía.

 

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*Este micro relato está basado en hechos reales. Las dos personas, además del protagonista, que aparecen en él lo saben, o deben saberlo. A ambos: Gracias!!

**Puede parecer que este post no tiene nada que ver con la temática del blog, pero en realidad tiene mucho que ver. Trata de cual es el Patrimonio de cada uno y de como debemos entenderlo. Uno de los míos es la música. ¿Cuál es el vuestro?

***El relato forma parte del curso «Nuevas Estrategias para salvar el Patrimonio Cultural» de la Universidad de Valladolid. La primera estrategia se basa en saber qué es para cada uno el Patrimonio… así que a ponerse a ello.

La Iglesia de San Pedro ad Víncula en Vallecas (V) Instrumentación y seguimiento

Hace unas semanas comenzamos los trabajos de instrumentación y control estructural de la Iglesia de San Pedro ad Víncula, situada en el casco histórico de la antigua Villa de Vallecas, en Madrid, sobre la cual ya se habían realizado una serie de trabajos de análisis estructural cuyo desarrollo ya publicamos en el blog, en este enlace.

En base a los resultados de los informes previos se decidió realizar obras de consolidación de los elementos afectados por patologías estructurales y, en paralelo, iniciar los trabajos de instrumentación de los mismos. El objetivo es controlar los movimientos de la estructura durante el desarrollo de la intervención y asegurar el correcto funcionamiento de las soluciones adoptadas tras su finalización.

San Pedro ad Víncula - Bóveda del PresbiterioBóveda de la cabecera. Imagen previa a las obras de rehabilitación

2015-05-04 15.59.48Bóveda del crucero, una vez realizados los trabajos de rehabilitación

Se han colocado cuatro tipos de equipos de instrumentación, adaptados a las necesidades de monitorización y a los movimientos esperados.

En primer lugar se han instalado fisurometros de regleta, con rango máximo de 20 mm y marcas de 1 mm, para la inspección visual en varios puntos como la cabecera y el muro sur, así como en el muro que separa la nave principal y el crucero en el bajocubierta.

2015-05-04 16.21.06Fisurómetro de regleta, situado en el espacio bajocubierta

2015-05-04 16.26.44Fisurómetro de regleta, situado en uno de los muros laterales del presbiterio

En los lugares sensibles y menos accesibles para hacer una inspección visual, las fisuras se han instrumentado mediante relojes comparadores digitales, de medición continua, con una resolución de 0,01 mm.

Estos relojes comparadores también se han utilizado en la instalación de medidas de convergencia entre los apoyos de las bóvedas central y lateral sur, con el fin de analizar posibles movimientos de apertura de los vanos.

image3Reloj comparador instalado para la medición de apertura de fisuras

El muro de la nave sur presentaba un sensible desplome, al cual se pretende dar respuesta mediante la ejecución de tirantes en el interior de la nave lateral. Una vez se han instalado los tirantes, se monitorizarán los posibles movimientos mediante clinómetros digitales, con una resolución de 0,1º, en dos puntos de dicho muro.

2015-05-04 16.28.15Inclinómetro digital para el control de desplomes

Con el fin de analizar la posible influencia de las condiciones de humedad y temperatura en los movimientos y, principalmente, en la sensibilidad de alguna de las medidas, se realizarán lecturas periódicas de humedad relativa y temperatura mediante un termohigrómetro digital. Aunque no es uno de los fines de estos trabajos, estas lecturas permitirán obtener datos del comportamiento higrotérmico del edificio, que podrían tener influencia sobre la aparición de humedad o la conservación de los bienen muebles que acoge en su interior.

P1100122Termohigrómetro digital

Una vez definidos y colocados los equipos de instrumentación es necesario establecer los umbrales de movimiento en base a los cuales realizar el seguimiento. En este caso se ha adoptado un código semafórico de forma que el color verde considera un movimiento asumible y dentro de los parámetros normales, en color ámbar considera un movimiento ligeramente por encima de los parámetros normales y debe realizarse un análisis de las causas del movimiento, y el color rojo considera un movimiento por encima de los valores máximos, que puede significar un problema estructural e implica la necesidad de un estudio pormenorizado de las causas de ese movimiento.

El establecimiento de los umbrales vendrá dado por el cálculo y análisis estructural previo, así como por las condiciones de seguridad estructural. En este caso, se han establecido a su vez dos niveles: uno durante el desarrollo de las obras y otro tras la finalización de las mismas.

Calendario InstrumentaciónCalendario de desarrollo de los trabajos

Se define un calendario de desarrollo de los trabajos de instrumentación, que fija la periodicidad de las lecturas y la duración del conjunto, en base a las necesidades de cada objeto. En este caso se realizará una lectura quincenal durante el desarrollo de las obras de consolidación y, al menos, un mes más, con el objeto de analizar su posible influencia sobre los movimientos, y una lectura mensual en los meses posteriores en los que se presume una estabilización de la estructura.

Las lecturas se prolongarán al menos durante un ciclo anual completo, de forma que se puedan analizar posibles variaciones estacionales.

Los resultados de las lecturas se plasmarán en tablas y gráficos de resultados, de forma que resulta sencillo analizar el estado de la medición y el desarrollo temporal de los movimientos y de las condiciones higrotérmicas. Las dos imágenes siguientes muestran un ejemplo de una campaña de medición completa (no se trata de lecturas reales realizadas durante este trabajo ni en el edificio objeto).

Ejemplo tabla InstrumentaciónEjemplo tabla Instrumentación2

Este tipo de trabajos, como ya hemos mencionado, nos ofrecen una información sobre el comportamiento del edificio en cualquiera de las fases que se considere necesario. En este caso se han aplicado a las fases de obra y estabilización, pero en muchos casos resultan útiles durante las fases de estudios previos y de redacción de los proyectos de rehabilitación y consolidación, ya que nos muestran el comportamiento, global o local, del edificio o de los elementos estructurales que se consideren necesarios.

* Las imágenes y gráficos son obra del autor y forman parte de un trabajo más amplio, y por tanto están sujetas a derechos de autor. Se agradecería que, en el caso de que se precisen para su distribución, se solicitara con antelación el permiso correspondiente.

Patrimonio y Evolución de la ciudad de Salamanca

No cabe duda de que crecer en una ciudad Patrimonio de la Humanidad moldea el espíritu e inevitablemente le lleva a uno a pensar que la suya es la ciudad más bonita del mundo. Con el tiempo uno se convierte en un viajero y, aunque no cambia de idea (nunca), aprende apreciar las maravillas de otras partes del mundo (como ésta, ésta o ésta, por poner algunos ejemplos)

Desde siempre he tenido en mi memoria esos paseos por el Casco Antiguo de Salamanca, con sol, con lluvia, con mucho calor (afortunadamente hay muchas sombras) y con mucho frío (…pues eso, que hay muchas sombras). En particular recuerdo algunas mañanas de sábado, cuando a las 9 de la mañana íbamos a pasar la mañana jugando al fútbol en los campos de tierra de los Maristas, y pasábamos por una Plaza Mayor vacía, con excepción de alguna furgoneta de reparto y algún noctámbulo rezagado, iluminada por la luz rasante sobre la piedra de Villamayor.

Soportal Plaza Mayor - SalamancaPlaza Mayor de Salamanca, como se ve muy pocas veces

A muchos visitantes, y a muchos salmantinos, la ciudad les puede parecer uniforme, como un escenario creado de una sola vez, y probablemente tenga la culpa el uso de la piedra de Villamayor, cuyo color dorado domina toda la ciudad. Por esa razón la sociedad salmantina, como ocurre en la mayoría de los pueblos y ciudades, es muy proteccionista, reacia a todo cambio o intervención que le pueda restar carácter a su ciudad, de la cual están (estamos) orgullosos hasta la médula. Esta es una de las razones por las que resulta tan complicado intervenir en el interior de un casco histórico como el de Salamanca.

Vista de la Catedral Nueva de Salamanca desde la ClerecíaVista de la Catedral Nueva de Salamanca desde la Clerecía, como ejemplo de un desarrollo estilístico de varios siglos, con Procesión de Semana Santa incluida

Pero en un recorrido de apenas 800 metros, entre el río Tormes y la Plaza Mayor, encontraremos un gran número de edificios de todas las épocas, que forman un conjunto heterogéneo, en contradicción con la percepción de unidad que tiene gran parte de la población. Podemos encontrar el conjunto catedralicio, desarrollado en varios estilos durante seis siglos, frente a la fachada neoclásica del palacio de Anaya. Muy cerca de la Torre del Gallo, cimborrio románico de la Catedral Vieja se encuentra una joya modernista como es la Casa Lis.

Palacio de Anaya - SalamancaPalacio de Anaya desde la fachada norte de la Catedral Nueva

Casa Lis - SalamancaFachada sur de la Casa Lis

Paseando por las estrechas calles que forman el tejido del Casco Histórico encontramos la fachada de la Universidad, posiblemente el ejemplo más importante del plateresco salmantino, y a pocos metros la gran fachada barroca de La Clerecía frente la elegancia gótica y renacentista de la Casa de las Conchas. Desde allí, descendiendo por la Calle de la Compañía, podemos visitar el renacimiento de carácter italiano de la Iglesia de la Purísima, que encontramos frente al plateresco Palacio de Monterrey de Rodrigo Gil de Hontañón.

Interior de la Clerecía - CimborrioInterior de la Iglesia de la Clerecía. Cimborrio

En definitiva, la Salamanca que hoy conocemos es, como la mayor parte de las ciudades europeas, el fruto de un largo proceso de edificación, modificación y sustitución.

En los últimos años la preocupación por la conservación de ese patrimonio ha llevado, como ya hemos dicho, a un cierto proteccionismo que dificulta la continuidad de ese proceso de cambio, que debería ser natural conforme cambian a su vez las ciudades fruto de la evolución de la sociedad.

P1000799pCasa de las Conchas. Elementos de carpintería colocados durante su rehabilitación en 1993 para su uso como biblioteca pública

Por supuesto, existe un deber de conservación de los elementos más importantes de la ciudad, por su importancia histórico-artística, que no debe descuidarse por parte de las instituciones y de los propios ciudadanos. Las diferentes legislaciones, muy rígidas en lo referente a la conservación del Patrimonio, se encargan de ello, con especial cuidado en una ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Estás legislaciones permiten, y han permitido hasta ahora, cierto grado de intervención en la ciudad y han dado lugar edificios interesantísimos desde el punto de vista arquitectónico, como pueden ser el Palacio de Congresos, obra de Juan Navarro Baldeweg, o el elegante edificio de viviendas de la Calle Prior, proyectado por Alejandro de la Sota.

P1040256Palacio de Congresos y Exposiciones de Castilla y León, de Juan Navarro Baldeweg

No trata este artículo de sacar los colores a las legislaciones de protección del Patrimonio, aunque pueda parecerlo. Más bien al contrario, trata de hacer comprender a los habitantes y visitantes de la ciudad que una intervención en el casco histórico no es un atentado contra él, sino que es parte del proceso continuo de generación de ciudad, que un proyecto contemporáneo no le resta interés al conjunto, que la evolución de la arquitectura es la consecuencia de la evolución de la sociedad y, por lo tanto, los espacios deben adaptarse a los nuevos tiempos.

P1040275Viviendas en la calle Prior, de Alejandro de la Sota

La pretensión de mantener el Patrimonio embalsamado, por miedo a perderlo, lleva irremediablemente a su abandono o, en el mejor de los casos, a que se convierta en un decorado.

Afortunadamente, ciudades como Salamanca mantienen una importante vida activa en el Casco Histórico, gracias principalmente a las Universidades y a que sigue habiendo un importante parque de primeras viviendas. Pero para que esta situación perdure en el tiempo, es muy importante plantear que las intervenciones de carácter contemporáneo, acordes con los nuevos modos de vida, deben convivir con la conservación de los valores patrimoniales.

Dejemos que las ciudades cambien, evolucionen y se adapten, para poder salvarlas.

* Todas las fotografías son obra del autor, excepto aquellas en las que se especifica lo contrario. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

La rehabilitación de la fachada histórica de la Universidad de Valladolid

Desde el pasado mes de septiembre se están llevando a cabo las obras de rehabilitación de la fachada del edificio histórico de la Universidad de Valladolid, que tienen por objeto el saneamiento y, en la medida de lo posible, la recuperación de su estado inicial, así como la eliminación de las causas del progresivo deterioro de los materiales.

Durante el desarrollo de las obras se están llevando a cabo visitas abiertas al público, previa reserva, que permiten acercarse a los detalles hasta un punto que sería imposible de otra manera. La visita incluye una parte teórica, en la que se hace una introducción histórica, se describe la fachada desde el punto de vista arquitectónico y de su significado y se explican los trabajos que se están llevando a cabo para la restauración de la misma.

Fachada de la Universidad de Valladolid Emilio I Panizo CC BY-NC-SA 20Fachada de la Universidad de Valladolid. (Fotografía de Emilio I. Panizo)

El edificio de la Universidad que podemos ver hoy en día se levantó entre 1716 y 1718, sobre las trazas de Fray Pedro de la Visitación. Se trata de una de las obras de arquitectura civil más importantes y significativas del barroco español.

La fachada se divide en horizontal en tres niveles, un gran zócalo ciego y dos plantas, y se corona con una potente balaustrada. Esta organización horizontal se rompe mediante grandes pilastras, coronadas por estatuas de gran tamaño, que modulan la fachada y aportan un componente vertical, a la vez que dividen la fachada en tres cuerpos muy diferenciados. En los dos cuerpos laterales se encuentran los grandes ventanales y los balcones, mientras que en el cuerpo central se encuentran la puerta de acceso y la gran espadaña.

Fachada de la Universidad de Valladolid - LlaveDetalle del Escudo de la Universidad

Este cuerpo central, mucho más decorado, es el que incorpora toda la carga simbólica de la fachada. Se divide en tres calles, una central más ancha y dos laterales. En la calle central se encuentran, desde arriba hacia abajo, la figura de la Sabiduría pisando a la Ignorancia, el escudo de la Universidad y la representación de la Teología flanqueada por dos escudos reales.

En las calles laterales se encuentran las alegorías de los saberes, en el primer cuerpo, la Retórica y la Geometría, y en el segundo cuerpo, el Derecho Canónico y el Derecho Civil.

Fachada de la Universidad de Valladolid - La ciencia canónicaAlegoría del Derecho Canónico

Sobre la balaustrada, coronando las grandes columnas del cuerpo central, se encuentran (de izquierda a derecha) las figuras alegóricas de la Astrología, la Medicina, la Filosofía y la Historia.

En los cuerpos laterales, también en la coronación de las pilastras, se sitúan las estatuas de cuatro reyes de Castilla y de España que, a lo largo de la historia de la Universidad, la impulsaron y financiaron. Éstos son, de izquierda a derecha, Juan I, Alfonso VIII, Enrique III y Felipe II. Se puede observar que estas figuras son más complejas en lo referente a los detalles de la ropa y el calzado y a su posición, mucho más dinámica.

Fachada de la Universidad de Valladolid - MedicinaAlegoría de la Medicina, situada en la línea de estatuas sobre la balaustrada

Fachada de la Universidad de Valladolid - Enrique IIIFigura de Enrique III de Castilla

De forma previa a la definición de las trabajos de restauración necesarios se realizó un informe de los daños que sufría la fachada. En general el estado de los elementos antes de la intervención era aceptable, sin que la estabilidad estuviera afectada, aunque sufrían los daños habituales causados por la presencia de aves y agentes meteorológicos, tanto los naturales como la polución propia de una ciudad. Entre las patologías más importantes que se observaron están la existencia de manchas y costra negra, la colonización vegetal de zonas húmedas, la suciedad por excrementos de aves, degradación por presencia de sales y la arenización, fisuración y pequeños desprendimientos.

Fachada de la Universidad de Valladolid - Alfonso VIIIDetalle del calzado de Alfonso VIII

Los trabajos de restauración se iniciaron con la limpieza de todos los elementos a mano y, en las zonas en que se consideró necesario, mediante proyección a baja presión. Sobre las piezas dañadas por ataques de líquenes se aplicaron biocidas hasta eliminar todos los daños.

Una vez limpia se han consolidad los elementos de piedra mediante morteros de cal, compatibles con los materiales existentes. Se han eliminado, allí donde ha sido posible, gran parte de las reposiciones hechas en restauraciones anteriores mediante resinas plásticas. Este tipo de materiales tienen unas propiedades higroscópicas y mecánicas, particularmente la rigidez, muy diferentes a las de los morteros y la piedra originales, y su utilización produce una diferencia de coloración muy evidente y, sobre todo, un comportamiento mecánico muy diferente, originando concentraciones de tensiones que pueden ser contraproducentes.

Fachada de la Universidad de Valladolid - Juan I de CastillaEl calzado de un rey, Juan I, y la herramienta del constructor

En las zonas en las que se han producido pérdidas de material se ha recuperado el volumen mediante masillas especiales que imitan las texturas y el color de la piedra, de forma que los elementos añadidos son inapreciables a simple vista.

En el momento de la visita se estaban finalizando las tareas de reposición volumétrica y de morteros. El siguiente paso será la aplicación de una pátina mediante morteros de cal diluida con pigmentos naturales que iguale el color del conjunto y recupere el tono original. Sobre esa pátina se aplicará una fina capa de hidrofugante permeable al vapor de agua, de forma que se asegure la protección de la piedra pero simultáneamente se permita la transpiración de la misma.

Fachada de la Universidad de ValladolidVista del entablamento y las gárgolas

Ésta es sólo una muestra de lo que da de sí toda la visita. Es una oportunidad inmejorable para visitar y ver de cerca el impresionante trabajo de labra que configura la fachada y, como no, de entender cómo y porqué se interviene en un bien de este tipo. En el interior del edificio hay una pequeña exposición en la cual se puede ver una muestra de los estudios previos y del proyecto de rehabilitación, para comprender mejor la intervención.

Si tenéis oportunidad, no lo dudéis, merece la pena cada minuto de la hora que dura la visita.

* Todas las fotografías son obra del autor, excepto aquellas en las que se especifica lo contrario. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

La poética de la ruina: Catedral de Saint Andrews, Escocia

Situada en la costa del Mar del Norte, al norte de Edimburgo, Saint Andrews es una de las ciudades históricamente más importantes de Escocia. A pesar de su pequeño tamaño sigue siendo un foco importante de cultura, gracias al prestigio de su Universidad, y de visitantes que llegan para admirar su patrimonio y encontrar la cuna mundial del golf.

Entre los edificios antiguos que se conservan  destaca, por su tamaño y presencia, la Catedral de Saint Andrews… aunque estrictamente deberíamos hablar de sus ruinas.

P1080945gVista general desde el sudoeste 

La catedral de Saint Andrews fue fundada para sustituir a la antigua iglesia románica de St. Rule (San Régulo), que se había quedado pequeña para el tamaño e importancia de la ciudad en aquel tiempo. De la antigua iglesia, que no se derruyó sino que se conservó dentro de los terrenos de la catedral, al sureste de la misma, se conserva la imponente torre de planta cuadrada y los muros de una de las pequeñas naves. En los muros de la torre se pueden observar las marcas que han dejado las diferentes disposiciones de la cubierta.

Llama la atención la gran altura de la torre respecto a las dimensiones de la nave y es probable, dada su situación a escasos metros de la costa, que tuviera función defensiva y de atalaya.

Saint Rule's church Iglesia de Saint Rule, con la catedral de Saint Andrews detrás 

Saint Rule's church - TorreTorre de la Iglesia de Saint Rule

La catedral comenzó a construirse en 1158 y los trabajos se alargaron durante más de un siglo, hasta convertirse en el edificio más grande en la Escocia de la época.

Una vez finalizado, el edificio tenía planta de cruz latina, con los dos brazos largos formados por tres naves escalonadas y dos transeptos muy marcados formados por una nave de gran altura y una galería porticada al este. Sobre el crucero se levantaba una torre y en los extremos de los cuatro brazos otras ocho torres de menor tamaño que alcanzan los treinta metros de altura y de las cuales se conservan sólo tres, dos en la cabecera de la catedral y una a los pies.

P1080957Vista de las naves, de la fachada este y de la torre de los pies, desde el crucero

P1080955rVista de las naves y del muro sur 

La catedral fue definitivamente abandonada en 1561, durante la reforma escocesa, y comenzó el lento declive, ya fuera por los sucesivos colapsos causados por el lógico paso del tiempo o por el uso de material para la construcción de otras edificaciones de la ciudad, hasta que comenzaron las actuaciones para su conservación en torno a 1825.

Saint Andrews Cathedral - Muro del transeptoMuro del transepto sur

Actualmente se conserva gran parte de la traza original, por lo que el visitante puede situarse sin problema en cualquiera de los puntos de la antigua catedral y tratar de intuir las grandes dimensiones que tuvo en su día.

Toda la parcela que ocupan los terrenos de la catedral están abiertos a la visita del público y perfectamente adaptados para dar un paseo tranquilo y disfrutar del espacio y de las vistas. La traza de los edificios se ha mantenido limpia y el resto se ha utilizado (no sé actualmente continua en uso) como cementerio. A ciertos visitantes puede parecer algo extraño, ya que en culturas como la española no es habitual que los cementerios sean «paseables» de esta manera, pero en los países anglosajones estos espacios son habituales.

Saint Andrews Cathedral - Torres de la cabeceraTorres de la cabecera, en la fachada este

Saint Andrews Cathedral - Vista del claustroTrazas y restos del claustro sur 

La combinación de las ruinas de los edificios religiosos, las lápidas apoyadas sobre el tapiz verde y la situación al borde del Mar del Norte forman un impresionante Lugar (sí, con mayúscula) en el que, como si se tratara de un templo consagrado, incita al silencio y a la contemplación. En los restos de los muros de piedra son testigos del paso del tiempo y de la acción de la naturaleza.

Desde hace años siento predilección por esa poética de la ruina y por la belleza de lo sublime, muy presentes en el romanticismo pictórico alemán y, particularmente en la obra de Caspar David Friedrich (como ejemplo podemos nombrar dos de sus obras: «Abadía en el robledal» y «El monje a la orilla del mar«.

En este Lugar podemos disfrutar de la presencia de ambas ideas. Como podéis ver en la imágenes el día de mi visita hacía un día bastante bueno, con buena temperatura y el mar el calma, pero me hubiera gustado tener la oportunidad de disfrutar de ese Mar del Norte con algo más de carácter y tener esa experiencia de la naturaleza sublime. Pero no se puede tener todo…

P1080986El Mar del Norte desde los terrenos de la catedral

* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.