Manolo Valdés y la Plaza Mayor de Salamanca

Hace unos días, buscando fotografías que creía perdidas (y que, en algún caso, siguen perdidas), me encontré con una serie que hice, allá por noviembre de 2008, a la exposición de las monumentales figuras de Manolo Valdés en Salamanca.

Se trataba de un conjunto de dieciséis esculturas de bronce y acero que reinterpretan famosas obras y mitos de todos los tiempos, potenciando la esencia de su significado mediante representación en gran tamaño y eliminando todos los detalles.

Estas grandes esculturas recorrieron varias ciudades durante unos meses y recuerdo haberlas visto en Madrid y en Valladolid, al menos algunas de ellas. Pero tendréis que perdonarme: puede que peque de imparcial, pero en ningún lugar las potente figuración de las esculturas se alió tanto con el entorno como lo hizo en la Plaza Mayor de Salamanca.

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Vista de la colocación de algunas de las figuras en la Plaza Mayor

El primer acierto a la hora de elegir su ubicación fue la escala: el tamaño de las figuras  implica la necesidad de un gran espacio libre para que sea posible la visión de conjunto. Así, la exposición se entiende como un todo, con su propia composición, y a la vez posibilita pequeñas agrupaciones y permite entender cada escultura individualmente.

A pesar de su gran tamaño, las piezas no se imponen sobre el entorno y, simultáneamente, se relacionan con el paseante en un juego de escalas que no intimida, sino que invita a acercarse y tocarlas.

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Lillie (2006)

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Dama de Elche 

Y acercarse a tocarlas implica una relación mucho más cercana, en la que entra el juego el sentido del tacto, basado en la potencia del material utilizado. Se trata de un juego de escalas entre lo grandioso y lo doméstico, lo cercano, lo accesible, y de un juego de contradicciones entre lo mitológico y lo terrenal, lo material. 

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Coloso (2005)

La expresividad del material, el acero y el bronce, se intensifica en relación con el telón de fondo de las formas barrocas de la Plaza Mayor, el color de la piedra de Villamayor y la textura del granito. El espacio se convierte en un salón en el que el visitante tiene al alcance de la mano la sensación de un espacio creado por el hombre con la materia de la tierra: acero, bronce, piedra y luz, esa luz que, en los soleados días de otoño, convierte las fachadas en volumenes con su juego brillos y sombras cambiantes. La escultura dentro de la escultura.

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Reina Mariana (2005)

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Odalisca (2006) 

No me extenderé más. Simplemente os dejo una serie de imágenes que muestran el diálogo entre la obra de arte y la arquitectura (también obra de arte, por supuesto). No he dedicado tiempo a las características arquitectónicas de la Plaza Mayor de Salamanca ni a Alberto de Churriguera, ya que no era el tema del post. Se ha escrito mucho sobre ello, pero si surge la oportunidad, volveré a escribir sobre la Plaza, una de las más imponentes y bellas del mundo (yo diría que la que más… y estoy dispuesto a discutirlo, pero hay que ser diplomático). 

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Irene II (2006)

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Irene II (2006) Detalle

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Ariadna II (2004) Detalle

* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

La arquitectura del hierro y la influencia modernista en Salamanca: la Casa Lis

Cuando el visitante piensa en lo que le espera en una ciudad como Salamanca, castellana, de trazado medieval y con un importante desarrollo arquitectónico durante el apogeo del renacimiento y el barroco en España, la imagen que aparece es la de los grandes edificios de piedra, pesados e imperturbables.

Es cierto que la más importante característica del espacio urbano salmantino es la piedra de Villamayor, con su color dorado que imprime carácter a la ciudad. Pensaréis que barro para casa (y en parte es cierto, el terruño tira) pero para mi una de las imágenes más espectaculares que he visto es la Plaza Mayor, prácticamente vacía a primera hora de la mañana, cuando el sol acaba de salir, dorando la piedra y marcando las sombras de la filigrana barroca.

Pero hay vida más allá de la cantería y entre todos los grandes monumentos de la ciudad  también se pueden encontrar pequeñas joyas que se alejan de esa masiva materialidad.

Para comprender el desarrollo arquitectónico de la ciudad de Salamanca a finales del siglo XIX y principios del XX es necesario conocer las condiciones sociales y económicas del momento. En esa época el escaso desarrollo industrial y económico de la ciudad no permitía la existencia de una burguesía consolidada, que fue la artífice de la aparición de los nuevos estilos arquitectónicos.

Durante los años finales del siglo XIX se desarrolló una importante actividad de edificación pública, en su mayor parte en un estilo ecléctico con importantes influencias historicistas, ligada al incipiente desarrollo de la burguesía.

En la misma época, coincidiendo con el desarrollo propio de la revolución industrial, comenzó a utilizarse el hierro como material estructural. En Salamanca, si bien la arquitectura del hierro propiamente dicha no tuvo una presencia importante, los edificios existentes constituyen ejemplos muy interesantes en sus diferentes tipologías.

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Cubierta del Mercado Central de Abastos de Salamanca

Ligados principalmente a la arquitectura civil, responden a las nuevas necesidades de la ciudad: la modificación de la movilidad, con la apertura de la Gran Vía y la conexión con la carretera de Madrid, a través del puente de Enrique Estevan; el desarrollo de las corrientes higienistas de finales del siglo XIX, materializadas en la construcción del Mercado de Abastos;  y el desarrollo económico y progresivo crecimiento de una nueva burguesía, cristalizados en un edificio dedicado al espectáculo, como es la Plaza de Toros “La Glorieta”.También ligado a la arquitectura del hierro se encuentra el que se considera el edificio residencial más importante levantado en Salamanca a principios del siglo XX, ligado a la corriente modernista: la Casa Lis.

Obra de Joaquín de Vargas, se trata del único edificio de la ciudad de Salamanca que puede definirse claramente dentro del estilo modernista, a pesar de las claras influencias eclécticas. Fue construida en varias fases, entre 1890 y 1906.

Se divide en dos zonas claramente diferenciadas: una inferior, en torno al patio central, dedicada a dependencias de servicio, y otra superior, abierta a la gran galería acristalada, en la que sitúan las dependencias familiares.

Como espacio compositivo interior destaca el patio central, transformado de patio de luces en una estancia representativa por su decoración y la utilización de materiales nobles, como el mármol, el hierro o el vidrio. En el edificio original se trataba de un patio abierto y solo posteriormente cerrado por la vidriera en forma de cúpula que existe hoy en día.

Lamentablemente no se pueden hacer fotos en el interior, con excepción de la cafetería, así que no puedo mostraros fotos originales del mismo, pero es casi mejor, porque en la página web del museo (http://www.museocasalis.org) podéis ver gran cantidad de imágenes realmente impresionantes, sobre todo las de la reciente limpieza de la magnífica vidriera que cubre el patio.

El acceso actual al palacio se realiza por la calle Gibraltar, en la fachada norte, a través de un pequeño patio de ingreso.

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Acceso a la Casa Lis desde la calle Gibraltar

En este patio conviven las formas curvas modernistas, tanto en los elementos murales como en la rejería y las carpinterías, y los detalles florales – en planta de acesso – con una geometría mucho más clásica – en plata primera -. La utilización de los materiales y la composición de la fachada dota de unidad al conjunto, que es el principal elemento arquitectónico modernista en la ciudad.

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Detalle de muro de patio y rejería, con la flor de Lis que da nombre al palacio

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Detalle de huecos y carpinterías

La utilización de la piedra de Villamayor, un material fácilmente trabajable, desmiente la teórica sensación de pesadez de la piedra, transformándolo en un material plástico, moldeable.

Al exterior destaca, en su fachada al río, la diferenciación entre la planta baja, pesada y ciega, y la superior, formada por una galería de hierro y vidrio que configura una piel continua con funciones de control térmico y tamizado de la luz del sur.

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Detalle del basamento de la fachada sur

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Detalle de la fachada sur

Su imponente mirador vidriado constituye el elemento principal de la fachada de ciudad al sur, sobre la que se levanta la silueta de las Catedrales. Situada junto al Puente Romano configura una de las principales entradas históricas de la ciudad y conecta el río con el Casco Antiguo, donde se sitúan los grandes edificios religiosos y universitarios.

El basamento masivo forma parte de la línea que ocupaba la antigua muralla, aprovechando el desnivel de la bajada hacia el río, y la estructura de hierro del edificio y la galería acristalada parecen apoyarse sobre la misma, como un elemento ligero que se asoma a la vega del río Tormes.

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Fachada sur, y a espaldas del fotógrafo, el río Tormes y el Puente Romano

La composición se completa con la escalera doble y el aterrazado del patio trasero, de clara influencia clásica, que (a mi personalmente) recuerda a la Villa D’Este, en Tivoli (os dejo el enlace a la wikipedia. Es la página en alemán, pero me interesan, más que el texto, la pintura de la vista de los jardines y el dibujo aéreo. Siempre se puede ir posteriormente a la página en castellano a leerlo).

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Fachada sur

En este post he hablado sólo de la arquitectura del edificio. Si no os atrae sólo eso, el palacio alberga el Museo de Art Nouveau y Art Decó de Salamanca. A mí, personalmente, no me atrae demasiado, y siempre he entrado porque es la forma de pasearse por el edificio (y de pasar a la cafetería, que realmente merece la pena), pero he de reconocer que tiene algunas piezas impresionantes, sobre todo elementos de mobiliario y una colección de figuras crisoelefantinas de bailarinas digna de contemplar.

Si no habéis entrado en la página web que he enlazado más arriba, es el momento de hacerlo, pero no os quedéis en la visita virtual y daos un paseo por allí ¿de acuerdo?

* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

** Parte del texto pertenece a un encargo realizado por iniciativa del Ayuntamiento de Salamanca, a través de la sociedad municipal Turismo, Comercio y Promoción Económica de Salamanca, S.A.U. para la edición de material turístico que den a conocer el Conjunto Arquitectónico Modernista existente a los visitantes y a los propios salmantinos.

Arquitectura Contemporánea en Salamanca (II): Campus Miguel de Unamuno

El Campus Miguel de Unamuno, perteneciente a la Universidad de Salamanca, se encuentra situado en la zona suroeste de la ciudad, fuera del casco histórico, está compuesto por una serie de edificios levantados en sucesivas fases a partir de  finales de los años 70. El amplio plazo en el que se han realizado las obras ha definido un grupo heterogéneo en cuanto a estilo, dentro del cual se pueden destacar las facultades de Farmacia, Medicina y Economía y Empresa, la biblioteca Francisco de Vitoria, el Instituto de Investigación del Cáncer y el Policínico de Odontología.

A estos edificios hay que añadir una serie de obras, bajo mi punto de vista de menor interés, junto con las cuales y con amplias zonas ajardinadas se ha logrado componer un espacio funcional y atractivo, que constituye el principal foco de arquitectura contemporánea en Salamanca, frente a la ciudad universitaria histórica.

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Facultades de Medicina y Farmacia

Facultad de Farmacia: Obra de Julio Cano Lasso del año 1978, se trata de un complejo edificio que, dando respuesta a las necesidades funcionales, se compone de varios cuerpos de geometría muy precisa que se articulan, mediante sutiles juegos de luz y sombra, en torno al gran claustro central. El ladrillo utilizado cobra gran protagonismo en todos los elementos constructivos, dotando a los espacios de una textura continua y enfatizando, en el exterior, las aristas y huecos que forman la volumetría.

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Facultad de Farmacia

Facultad de Medicina: Finalizada en el año 1987, es obra de Antonio Fernández Alba. Se trata, al igual que la vecina Facultad de Farmacia, con la cual dialoga, de una edificio acabado en ladrillo caravista, superficie sobre la que se abren diferentes tipos de huecos. Se desarrolla en tres grandes cuerpos paralelos, con diferentes configuraciones volumétricas según el uso, unidos por un cuerpo central, de forma que, en planta, resulta un doble peine. La manzana se cierra mediante galerias cubiertas creando una serie de patios interiores estanciales.

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Facultad de Medicina

Instituto de Investigación del Cáncer: Obra de Emilio Sánchez Gil, construida en 1999, se trata de un edificio que se desarrolla paralelo a la pendiente natural del terreno y en su parte baja, de forma que el acceso superior salva el talud para acceder a la planta segunda. El volumen se divide, a su vez, en dos cuerpos, uno formando un prisma rectangular y otro de geometría irregular, separados en el punto donde dicho acceso superior incide.

Para ver más fotografías, y mejores, y planos del edificio, visitad la página del autor.

http://sanchezgilarquitectos.com/fotografias/instituto_cancer.htm

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Instituto de Investigación del Cáncer

Edificio Policlínico de Odontología: Obra de Emilio Sánchez Gil del año 2003. Con planta en forma de E, los espacios principales se situan en los tres brazos, que se organizan en torno a dos patios ajardinados, mientras que todos los elementos de servicio, distribución y comunicación vertical se sitúan en el volumen longitudinal que los une. Los cerramientos se resuelven con un acabado de hormigón visto texturizado y elementos de carpintería de acero y vidrio en los que se ha jugado con la composición para dotar de dinamismo a la fachada.

Como en el caso del Edificio del Instituto de Investigación del Cáncer, recomiendo visitar la página del autor.

http://sanchezgilarquitectos.com/fotografias/facultad_odontologia.htm

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Edificio Policlínico de Odontología

Facultad de Derecho y Facultad de Economía y Empresa: Se trata de dos edificios que, sin ser gemelos, cuentan con el mismo tratamiento, tanto al exterior como al interior. Con forma de prismas rectangulares de lineas muy claras, su piel toma la textura del material tradicional de los grandes edificios de la ciudad, la piedra de Villamayor, adaptándola a una geometría rotunda y dotando a los edificios de masividad. Esta piel se rasga con huecos corridos y, en las fachadas orientadas al sureste, los paños acristalados rompen la geometría del prisma para configurar los accesos principales. El interior, por otro lado, se organiza en torno a patios en un esquema muy sencillo y habitual es este tipo de arquitectura. Estos dos edificios, junto con la Biblioteca Francisco de Vitoria configuran un amplio espacio exterior ajardinado dotando a esta zona del campus de unidad.

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Facultad de Economía y Empresa

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Facultad de Derecho y Biblioteca Francisco de Vitoria

Biblioteca Francisco de Vitoria: Entre los edificios anteriores y adosada a ellos, se encuentra la Biblioteca Francisco de Vitoria, construida en el año 1997 según proyecto de Luis García  Gil, Federico Hernández de Goncer y Aitor Goitia Cruz. Se trata de un edificio con un desarrollo lineal en el cual el elemento configurador es la estructura vista, que se muestra al exterior en una secuencia de módulos del mismo tamaño. La pieza longitudinal que forma la biblioteca se levanta del terreno, buscando la ligereza en contraste con la masividad de los edificios aledaños.

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Biblioteca Francisco de Vitoria

Además de los edificios situados en este campus, la Universidad de Salamanca ha promovido la construcción de una serie de edificios de nueva planta en los últimos años, principalmente dedicados a la Investigación, convirtiéndose en el mayor promotor de edificación singular de la ciudad y, nuevamente, en el motor cultural de la misma.

Entre ellos se encuentran el Instituto de Neurociencias, en Instituto de Biología Funcional y Genómica, el nuevo edificio de I+D de la Universidad y el Parque Científico de Villamayor. Espero poder publicar próximamente un post sobre estas obras.

* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

** Parte del texto pertenece a un encargo realizado por iniciativa del Ayuntamiento de Salamanca, a través de la sociedad municipal Turismo, Comercio y Promoción Económica de Salamanca, S.A.U. para la edición de material turístico que den a conocer el Conjunto Arquitectónico Contemporáneo existente a los visitantes y a los propios salmantinos.

Arquitectura Contemporánea en Salamanca (I)

En contraste con la edificación monumental característica de la ciudad de Salamanca, a partir de principios de los años 70, se ha desarrollado, con diferente fortuna, una progresiva sustitución del antiguo caserío por arquitecturas contemporáneas.

La mayor parte de estos edificios están ligados a actividades culturales y educativas, principalmente a la Universidad, y se relacionan directamente con los edificios históricos.

El conjunto configura una muestra de la voluntad de la ciudad por renovarse manteniendo siempre una estrecha relación con su importante pasado y con el carácter cultural que debe tener una Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

En este post incluyo algunos de ellos, aunque no todos. Dejaré para siguientes entregas otros edificios, como por ejemplo la interesante arquitectura desarrollada en el Campus Miguel de Unamuno.

Facultad de Geografía e Historia: Edificio construido en 1999 sobre los restos del Colegio de San Pelayo, con proyecto del arquitecto Emilio Sánchez Gil. Se trata de una edificación sobria que recupera los elementos compositivos de la preexistencia, principalmente la traza de claustro, para generar recorridos y organizar los diferentes espacios. La acertada utilización de los materiales integra los nuevos elementos con la ruina a la vez que define el nuevo volumen como un todo.

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Biblioteca Abraham Zacut: Edificio proyectado por Carlos Puente y Luis Ferreira y construido entre los años 1999 y 2001. El programa se resuelve mediante un volumen rotundo en el cual destaca la utilización de materiales tradicionales dispuesta sobre una trama que dota de una ligera sensación de movimiento a la fachada. El edificio se asienta en un patio separado de la calle mediante un muro, de forma que los espacios intermedios adquieren relevancia en su relación con los interiores y los recorridos, en especial en la marquesina de acceso.

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Colegio Mayor Hernán Cortés: Obra de Antonio Fernández Alba del año 1970, resuelve la compleja topografía del lugar mediante dos volúmenes iguales y simétricos de geometría muy clara en los cuales destaca la importancia del material en la volumetría y la necesidad de dar una respuesta a la utilidad en la composición.

Instituto de Neurociencias de Castilla y León. Este edificio de investigación perteneciente a la Universidad de Salamanca fue construido entre los años 2004 y 2007, con proyecto de Juan Vicente y Pablo Núñez. Se trata de un edificio levantado con una clara idea de respeto al medioambiente e integración en el entorno. Para ello se definen dos volúmenes claramente diferenciados, un zócalo con una cubierta ajardinada que se rompe puntualmente para asegurar el confort de los laboratorios y un prisma traslúcido que levita sobre el jardín.

Escuela de Artes y Oficios: La composición del edificio está claramente dirigida a resolver los condicionantes del lugar, de la orientación y del uso del mismo, tomando estos elementos como centrales a la hora de definir la geometría, que se levanta sobre una clara malla octogonal.

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Biblioteca Torrente Ballester: Proyectada por Gabriel Gallegos y Juan Carlos Sanz y construida en 1998, se trata de una arquitectura capaz de asentarse sutilmente en el lugar configurando el espacio que le rodea y, a la vez, afianzando el carácter propio de su uso, mediante sencillos mecanismos de recorrido y secuenciación de espacios. La relación con el exterior se formaliza en cada una de las fachadas mediante soluciones específicas. El resultado final, enriquecido por un profundo estudio de los materiales, es un edificio de gran plasticidad que ha cualificado el entorno en que se asienta.

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Colegio de los Cruzados de María: Edificio proyectado por Alejandro de la Sota en 1972, y construido en 1994, se trata de uno de los últimos trabajos del arquitecto. Está situado en pleno casco histórico, muy cerca de las Catedrales salmantinas. Esta circunstancia constituye una de las principales líneas del proyecto, que define una superficie de fachada lisa y sobria que busca el segundo plano en su relación con la monumentalidad circundante. El volumen esconde en su interior un patio ajardinado que constituye el principal espacio de relación.

Palacio de Congresos: Construido en 1992 con proyecto de Juan Navarro Baldeweg, está situado en casco histórico, en una zona que antiguamente constituía una de las entradas a la ciudad. El conjunto se resuelve mediante dos piezas, el auditorio y la sala de exposiciones, relacionadas entre sí y con la topografía de la zona mediante una plaza de acceso. Se aprecia la voluntad monumental en la potencia de la geometría y en la definición de los huecos, que pone al edificio en contacto con los grandes edificios históricos cercanos, como la Clerecía, la Iglesia de la Purísima o, recortándose sobre sus aristas, la Catedral Nueva. Respecto a los espacios interiores conviene destacar la bóveda que cubre el auditorio principal, que parece flotar sobre los huecos y que se relaciona con los espacios abovedados de la arquitectura de la ciudad.

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Centro de las Artes Escénicas y de la Música CAEM: Proyectado por Mariano Bayón y construido en el año 2002, se trata de una de las dotaciones culturales más importantes de Salamanca. Siguiendo la tradición arquitectónica de la ciudad, se configura como un volumen compacto, en el que es evidente el protagonismo de la piedra de Villamayor. La situación de la caja sobre el zócalo que forma la plaza de acceso y la apertura de grandes huecos contribuye a darle una sensación de ligereza que se acentúa, de noche, con la iluminación interior.

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Museo DA2: El edificio del museo surge de la rehabilitación, llevada a cabo por el arquitecto Horacio Fernández del Castillo, de la antigua prisión provincial. En su adaptación al nuevo uso, se ha mantenido el carácter de los principales espacios, adaptándolos a las nuevas necesidades sin esconder su origen. En este sentido destaca la sala de exposiciones en doble altura en la que se conserva la galería de celdas. Se trata de una acertada reinterpretación en clave contemporánea de los espacios y los materiales.

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Nuevos Juzgados de Salamanca: Obra del año 2004 proyectada por el arquitecto Primitivo González, se sitúa sobre el antiguo convento de los Trinitarios Descalzos, recupera el uso de una tipología edificatoria religiosa que, en su día, ocupaba la mayor parte de la superficie de la ciudad. Se mantienen las estructuras originales existentes, como parte de la fachada, y se levanta, retranqueado, un edificio de nueva planta que dialoga con los mismos y con los edificios históricos circundantes, como la Torre del Clavero, manteniendo la organización en torno a un patio interior.

Multiusos Sánchez Paraíso: El edificio, construido en el año 2002, con proyecto del arquitecto Xosé Manuel Casabella  se asienta sobre un gran zócalo de planta triangular en el cual se desarrolla un amplio programa para acoger todo tipo de actividades. Sobre el mismo gravita la gran cubierta, cuyo volumen se define mediante una estructura espacial y se cierra con una piel continua de aluminio. El cerramiento acristalado contribuye a afirmar la idea de ligereza y proporciona iluminación al gran espacio interior.

Edificio de viviendas en la calle Prior: Proyectado por Alejandro de la Sota en 1965, resuelve la adaptación del edificio a una situación muy compleja, tanto por la  geometría del solar, como por las restricciones normativas a causa de su inserción en el casco histórico. La respuesta a estos condicionantes es una fachada lisa de piedra de Villamayor de la cual sobresalen prismas de vidrio que como una solución delicada y elegante a problemas de iluminación y de uso.

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* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

** El texto pertenece a un encargo realizado por iniciativa del Ayuntamiento de Salamanca, a través de la sociedad municipal Turismo, Comercio y Promoción Económica de Salamanca, S.A.U. para la edición de material turístico que den a conocer el Conjunto Arquitectónico Contemporáneo existente a los visitantes y a los propios salmantinos.

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