La arquitectura del hierro y la influencia modernista en Salamanca: la Casa Lis

Cuando el visitante piensa en lo que le espera en una ciudad como Salamanca, castellana, de trazado medieval y con un importante desarrollo arquitectónico durante el apogeo del renacimiento y el barroco en España, la imagen que aparece es la de los grandes edificios de piedra, pesados e imperturbables.

Es cierto que la más importante característica del espacio urbano salmantino es la piedra de Villamayor, con su color dorado que imprime carácter a la ciudad. Pensaréis que barro para casa (y en parte es cierto, el terruño tira) pero para mi una de las imágenes más espectaculares que he visto es la Plaza Mayor, prácticamente vacía a primera hora de la mañana, cuando el sol acaba de salir, dorando la piedra y marcando las sombras de la filigrana barroca.

Pero hay vida más allá de la cantería y entre todos los grandes monumentos de la ciudad  también se pueden encontrar pequeñas joyas que se alejan de esa masiva materialidad.

Para comprender el desarrollo arquitectónico de la ciudad de Salamanca a finales del siglo XIX y principios del XX es necesario conocer las condiciones sociales y económicas del momento. En esa época el escaso desarrollo industrial y económico de la ciudad no permitía la existencia de una burguesía consolidada, que fue la artífice de la aparición de los nuevos estilos arquitectónicos.

Durante los años finales del siglo XIX se desarrolló una importante actividad de edificación pública, en su mayor parte en un estilo ecléctico con importantes influencias historicistas, ligada al incipiente desarrollo de la burguesía.

En la misma época, coincidiendo con el desarrollo propio de la revolución industrial, comenzó a utilizarse el hierro como material estructural. En Salamanca, si bien la arquitectura del hierro propiamente dicha no tuvo una presencia importante, los edificios existentes constituyen ejemplos muy interesantes en sus diferentes tipologías.

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Cubierta del Mercado Central de Abastos de Salamanca

Ligados principalmente a la arquitectura civil, responden a las nuevas necesidades de la ciudad: la modificación de la movilidad, con la apertura de la Gran Vía y la conexión con la carretera de Madrid, a través del puente de Enrique Estevan; el desarrollo de las corrientes higienistas de finales del siglo XIX, materializadas en la construcción del Mercado de Abastos;  y el desarrollo económico y progresivo crecimiento de una nueva burguesía, cristalizados en un edificio dedicado al espectáculo, como es la Plaza de Toros “La Glorieta”.También ligado a la arquitectura del hierro se encuentra el que se considera el edificio residencial más importante levantado en Salamanca a principios del siglo XX, ligado a la corriente modernista: la Casa Lis.

Obra de Joaquín de Vargas, se trata del único edificio de la ciudad de Salamanca que puede definirse claramente dentro del estilo modernista, a pesar de las claras influencias eclécticas. Fue construida en varias fases, entre 1890 y 1906.

Se divide en dos zonas claramente diferenciadas: una inferior, en torno al patio central, dedicada a dependencias de servicio, y otra superior, abierta a la gran galería acristalada, en la que sitúan las dependencias familiares.

Como espacio compositivo interior destaca el patio central, transformado de patio de luces en una estancia representativa por su decoración y la utilización de materiales nobles, como el mármol, el hierro o el vidrio. En el edificio original se trataba de un patio abierto y solo posteriormente cerrado por la vidriera en forma de cúpula que existe hoy en día.

Lamentablemente no se pueden hacer fotos en el interior, con excepción de la cafetería, así que no puedo mostraros fotos originales del mismo, pero es casi mejor, porque en la página web del museo (http://www.museocasalis.org) podéis ver gran cantidad de imágenes realmente impresionantes, sobre todo las de la reciente limpieza de la magnífica vidriera que cubre el patio.

El acceso actual al palacio se realiza por la calle Gibraltar, en la fachada norte, a través de un pequeño patio de ingreso.

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Acceso a la Casa Lis desde la calle Gibraltar

En este patio conviven las formas curvas modernistas, tanto en los elementos murales como en la rejería y las carpinterías, y los detalles florales – en planta de acesso – con una geometría mucho más clásica – en plata primera -. La utilización de los materiales y la composición de la fachada dota de unidad al conjunto, que es el principal elemento arquitectónico modernista en la ciudad.

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Detalle de muro de patio y rejería, con la flor de Lis que da nombre al palacio

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Detalle de huecos y carpinterías

La utilización de la piedra de Villamayor, un material fácilmente trabajable, desmiente la teórica sensación de pesadez de la piedra, transformándolo en un material plástico, moldeable.

Al exterior destaca, en su fachada al río, la diferenciación entre la planta baja, pesada y ciega, y la superior, formada por una galería de hierro y vidrio que configura una piel continua con funciones de control térmico y tamizado de la luz del sur.

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Detalle del basamento de la fachada sur

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Detalle de la fachada sur

Su imponente mirador vidriado constituye el elemento principal de la fachada de ciudad al sur, sobre la que se levanta la silueta de las Catedrales. Situada junto al Puente Romano configura una de las principales entradas históricas de la ciudad y conecta el río con el Casco Antiguo, donde se sitúan los grandes edificios religiosos y universitarios.

El basamento masivo forma parte de la línea que ocupaba la antigua muralla, aprovechando el desnivel de la bajada hacia el río, y la estructura de hierro del edificio y la galería acristalada parecen apoyarse sobre la misma, como un elemento ligero que se asoma a la vega del río Tormes.

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Fachada sur, y a espaldas del fotógrafo, el río Tormes y el Puente Romano

La composición se completa con la escalera doble y el aterrazado del patio trasero, de clara influencia clásica, que (a mi personalmente) recuerda a la Villa D’Este, en Tivoli (os dejo el enlace a la wikipedia. Es la página en alemán, pero me interesan, más que el texto, la pintura de la vista de los jardines y el dibujo aéreo. Siempre se puede ir posteriormente a la página en castellano a leerlo).

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Fachada sur

En este post he hablado sólo de la arquitectura del edificio. Si no os atrae sólo eso, el palacio alberga el Museo de Art Nouveau y Art Decó de Salamanca. A mí, personalmente, no me atrae demasiado, y siempre he entrado porque es la forma de pasearse por el edificio (y de pasar a la cafetería, que realmente merece la pena), pero he de reconocer que tiene algunas piezas impresionantes, sobre todo elementos de mobiliario y una colección de figuras crisoelefantinas de bailarinas digna de contemplar.

Si no habéis entrado en la página web que he enlazado más arriba, es el momento de hacerlo, pero no os quedéis en la visita virtual y daos un paseo por allí ¿de acuerdo?

* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

** Parte del texto pertenece a un encargo realizado por iniciativa del Ayuntamiento de Salamanca, a través de la sociedad municipal Turismo, Comercio y Promoción Económica de Salamanca, S.A.U. para la edición de material turístico que den a conocer el Conjunto Arquitectónico Modernista existente a los visitantes y a los propios salmantinos.

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