El recinto fortificado de Melilla es, desde hace siglos, un punto estratégico para el control marítimo del Mediterráneo. Así, han existido desde la antigüedad asentamientos púnicos, romanos o mauritanos, entre otros, hasta levantamiento de las fortificaciones que existen actualmente.
El conjunto está compuesto por cuatro diferentes recintos amurallados. El primer recinto se asienta sobre la península natural que se adentra en el mar Mediterráneo y fue construido durante el siglo XVI, los recintos segundo y tercero se edificaron, entre los siglos XVII y XVIII en el istmo que une dicha península con el continente africano y el cuarto recinto forma la cerca exterior e incluye el resto de los recintos, protegiendo el conjunto de incursiones desde el continente.
Plano de los recintos fortificados, tomado de Melillalavieja.com
1. Frente de la Marina 2. Plaza de la Maestranza 3. Plaza del Estopiñán o del Gobernador 4. Calle de San Miguel 5. Calle Miguel Acosta 6. Calle Alta 7. Plaza de Doña Adriana 8. Frente de Levante 9. Hospital del Rey 10. Murallas de la Cruz o Trápana 11. Baluarte de la Concepción 12. Frente de Tierra 13. Plaza de Armas 14. Foso de Hornabeque 15. Vista desde la antigua plaza de los Carros 16. Foso de los Carneros 17. Murallas de la Alcazaba 18. Murallas del Cuarto Recinto 19. Fuertes de las Victorias 20. Vistas desde el mar
En la actualidad, tras importantes intervenciones de restauración, los recintos fortificados se encuentran en un excelente estado de conservación.
Desde la ciudad moderna es posible acceder a la Ciudad Vieja por varios puntos. Uno de ellos se abre desde la actual Plaza de la Tres Culturas (15) por el foso del Hornabeque (14). Se trata de la zona más baja de la fortificación y a través de ella es posible acceder, mediante una serie de plataformas, rampas y escaleras, al resto de la misma y a la propia Ciudad Vieja.
Acceso al segundo recinto fortificado por el foso del Hornabeque
Tras las importantes intervenciones llevadas a cabo, los elementos que la componen se encuentran en muy buen estado. Desde el desconocimiento de su estado anterior, parece una intervención muy respetuosa, ya que los materiales y los elementos que la componen trasladan al visitante a la época en los que la fortaleza tenía realmente un uso militar. Toda la zona correspondiente al y tercer recinto se ha convertido en un agradable entorno para la visita y para las vistas al mar Mediterráneo y del resto de la Ciudad Vieja.
Una vez entra el visitante en esta primera zona, lo que más llama la atención es la superposición de los volúmenes, formados sobre todo por planos inclinados y superficies curvas, que dan forma al recorrido. Y es este recorrido, esta promenade architecturale la que convierte este espacio de uso militar en un elemento puramente arquitectónico, que tiene sentido en sí mismo y a través de las vistas hacia el entorno.
Se trata de un elemento que no hay que ver desde fuera, sino que hay que visitar, recorrer y «ver hacia el exterior».
Baluarte de San Pedro y cala de los Galápagos, desde el Torreón de las Cinco Palabras, en el tercer recinto
Puente sobre el foso del Hornabeque
Cruzando el foso por el puente se accede al segundo recinto, formado por la Plaza de Armas (13) y los baluartes que la rodean, el de San Pedro y el de San José. Se trata de una plaza abierta y escalonada, bajo la cual se encuentran los calabozos del antiguo presidio.
Sobre el foso de Santiago, atravesando la puerta del mismo nombre y el túnel de Santa Ana, se accede al primer recinto en la Plaza de la Maestranza, donde se encuentran los antiguos aljibes. Éstos se construyeron a finales del siglo XVI y se mantuvieron en uso, para los habitantes de la ciudad, hasta el año 1947.
Bóveda sobre las salas que forman la Puerta de Santiago
Fachada de acceso a los aljibes, donde se aprecia la huella de la antigua rampa por la que se accedía al nivel superior
Desde esta plaza comienza la visita al primer recinto, que hoy día continua habitado y cuyas estrechas callejuelas nos conducirán a interesantes edificios civiles, militares y religiosos y a las maravillosas vistas que la rodean. Pero eso será en el próximo post.
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