Para un arquitecto uno de los retos más importantes es el proyecto y la construcción de su propia vivienda. En el caso de Frank Lloyd Wright, al ser su primer proyecto realizado de forma individual, se convirtió además en un banco de pruebas de sus ideas y en el lugar en el que dió vida a su propio estilo, que se reflejó en los años siguientes en las Casas de la Pradera (Prairie Houses).
Si queréis conocer algunas de estas casas, os invito a dar un paseo por Oak Park, lugar donde está situada su casa-estudio y donde proyectó y construyó varias viviendas de ese estilo.
En este post voy a realizar simplemente un recorrido por el interior, sin hacer referencia a los múltiples estudios, artículos o libros que se han escrito. Todos esos trabajos están escritos con toda seguridad por personas que conocen mucho mejor que yo a Wright y a su obra, y que tienen un punto de vista mucho más formado sobre este edificio. Si tenéis interés sugiero que empecéis por aquí (en inglés).
Se trata sólo de mostrar lo que se ve en una visita, que no es más (ni menos) que la vivienda de una familia y el espacio de trabajo de uno de los más importantes arquitectos de la historia.
Pero antes de nada, teniendo en cuenta la complejidad propia de la arquitectura orgánica de Frank Lloyd Wright, sobre todo en este caso, a causa de su construcción por fases, es recomendable tener en cuenta los planos del conjunto, tal y como se encuentra hoy en día (tienda de regalos incluida)
Planos de planta del conjunto (tomados de aquí)
La visita se inicia, después de haber comprado la correspondiente entrada y el plus para poder hacer fotografías, por la entrada principal de la vivienda, situada en la fachada oeste (atentos, los planos anteriores tienen la orientación norte hacia abajo). Desde allí se distribuyen las circulaciones hacia la planta superior, la sala de estar o recibidor (living room) de planta baja, que cuenta con una fantastica chimenea, y el comedor (dining) que da paso a la cocina y otras estancias de servicio.
Hall de entrada y sala de estar (living room) de la vivienda
La primera sensación cuando entras y observas lo que tienes alrededor es que todo está pensado, que ni uno sólo de los detalles es fruto del azar, que los despieces del techo, la iluminación o los huecos están donde están por una razón, y que esa razón no tiene que ver con la forma ni con la composición, sino con el usuario.
Y la prevalencia de las personas sobre el resto de los criterios del proyecto se pone de manifiesto en la utilización de la escala. Los espacios tienen las dimensiones necesarias para el uso confortable más allá de consideraciones modulares o compositivas y el mobiliario, la iluminación y los acabados han sido diseñados específicamente para su función.
Durante los primeros años, una vez construida la vivienda, se fue modificando para adaptarse a las necesidades familiares. Se trató en todo momento de un proyecto vivo. La cocina original se convirtió en el comedor y se construyó una ampliación para las estancias de servicio. En el nuevo comedor la función es la que define el espacio, y el espacio delimita la función: los altos respaldos de las sillas, diseñadas específicamente para esta estancia, y el lucernario situado inmediatamente sobre la mesa, definen el espacio propio y cerrado donde se desarrolla la actividad social alrededor de la comida.
Una de las estancias más importantes de la vivienda es la Sala de Juegos, situada en la planta primera, junto a los dormitorios. Se trata de un espacio rectangular cubierto por techo abovedado. Domina la estancia la chimenea y la pintura con motivos egipcios sobre ella, situados en el lado corto opuesto a la entrada, y la imposta de madera que recorre los paramentos (situada aproximadamente a 1,80 m) define de nuevo la escala humana como vertebradora del espacio.
La iluminación es de tres tipos: un gran lucernario situado en la clave de la bóveda, como iluminación general; dos grandes ventanales en los lados largos de la estancia, que iluminan directamente ese espacio destinado al uso de las personas; y cuatro puntos de luz (tanto natural como artificial), situados cerca de los vértices.
Lucernario sobre la sala de juegos
En el espacio situado al norte de la vivienda, Frank Lloyd Wright edificó, años después su propio estudio, con una acceso privado directo desde la casa y una entrada para el público y los trabajadores que se abría a la fachada norte. Pese a su pequeña escala, adaptada también a la escala humana, esta entrada es una reinterpretación de la composición clásica, manteniendo la división en basamento, peristilo y entablamento.
Se accede directamente a la recepción, a modo de pronaos, iluminada a través del porche y de un gran lucernario, y a partir de ella se distribuye la circulación a las tres estancias restantes: la sala de dibujo (drafting room), el despacho y la biblioteca.
La sala de dibujo es un espacio diáfano de planta cuadrada, con doble altura, un corredor superior de planta octogonal e iluminación superior, siempre por encima de la imposta que marca la escala humana. Cuatro elementos de mobiliario, a modo de pilares cortados, delimitan dos espacios diferenciados, el de trabajo en el exterior y un espacio abierto en el centro al que se abre la doble altura.
Despacho privado de Frank Lloyd Wright
Con acceso tanto desde la recepción como desde la sala de dibujo, el despacho privado de Frank Lloyd Wright se situa en el espacio de conexión entre el estudio y la vivienda, a modo de bisagra entre lo privado y lo público. Como en la estancia anterior los elementos de mobiliario dividen el espacio entre el del arquitecto y el de los visitantes. La iluminación es cenital, a través de un lucernario, y trasera, a través del ventanal que se abre al jardín delantero de la vivienda.
Desde el recibidor también se accede la biblioteca, una pequeña pieza de planta octogonal, con la iluminación, como en el caso de la sala de dibujo, se realiza por encima de la imposta. Todo el mobiliario de almacenamiento se sitúa adosado al perímetro y en el centro se sitúa una mesa para consulta.
Se trata de un espacio relativamente pequeño, en el que apenas podrían trabajar con suficiente amplitud tres personas, pero, como ocurre en el resto del conjunto, está totalmente adaptado a la escala humana.
Como ya os adelanté, este post trata únicamente de algunas de las ideas que me vinieron a la cabeza cuando la visité. Entre ellas, como habréis podido adivinar, la que considero más interesante es la importancia de la escala humana en la definición de los espacios. Parece tener un continuo control sobre las dimensiones y sobre la utilización de elementos como el mobiliario y la luz para definir cada uno de los espacios…
Para ello no necesitó ninguna normativa que le definiera las alturas o el tamaño mínimo de los huecos, sino que se trata sólo de sentido común y de pensar los espacios para las personas. Podríamos pensar que lo tuvo fácil, porque era su casa, su estudio… pero, ¿realmente es tan sencillo? ¿o es verdaderamente un reto proyectar una vivienda, aunque sea para nosotros mismos? ¿no es este el verdadero valor de la arquitectura?
Datos generales Proyecto: Casa Estudio arquitecto Arquitecto: Frank Lloyd Wright Situación: 951 Chicago Ave. Oak Park, IL 60302 Año: 1889-1898 Fotografías: José Santos Torres Fuentes: Frank Loyd Wright Foundation Frank Lloyd Wright Trust*Artículo publicado por el autor en el blog Cosas de Arquitectos , el 18 de julio de 2014.
* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.