La rehabilitación de la fachada histórica de la Universidad de Valladolid

Desde el pasado mes de septiembre se están llevando a cabo las obras de rehabilitación de la fachada del edificio histórico de la Universidad de Valladolid, que tienen por objeto el saneamiento y, en la medida de lo posible, la recuperación de su estado inicial, así como la eliminación de las causas del progresivo deterioro de los materiales.

Durante el desarrollo de las obras se están llevando a cabo visitas abiertas al público, previa reserva, que permiten acercarse a los detalles hasta un punto que sería imposible de otra manera. La visita incluye una parte teórica, en la que se hace una introducción histórica, se describe la fachada desde el punto de vista arquitectónico y de su significado y se explican los trabajos que se están llevando a cabo para la restauración de la misma.

Fachada de la Universidad de Valladolid Emilio I Panizo CC BY-NC-SA 20Fachada de la Universidad de Valladolid. (Fotografía de Emilio I. Panizo)

El edificio de la Universidad que podemos ver hoy en día se levantó entre 1716 y 1718, sobre las trazas de Fray Pedro de la Visitación. Se trata de una de las obras de arquitectura civil más importantes y significativas del barroco español.

La fachada se divide en horizontal en tres niveles, un gran zócalo ciego y dos plantas, y se corona con una potente balaustrada. Esta organización horizontal se rompe mediante grandes pilastras, coronadas por estatuas de gran tamaño, que modulan la fachada y aportan un componente vertical, a la vez que dividen la fachada en tres cuerpos muy diferenciados. En los dos cuerpos laterales se encuentran los grandes ventanales y los balcones, mientras que en el cuerpo central se encuentran la puerta de acceso y la gran espadaña.

Fachada de la Universidad de Valladolid - LlaveDetalle del Escudo de la Universidad

Este cuerpo central, mucho más decorado, es el que incorpora toda la carga simbólica de la fachada. Se divide en tres calles, una central más ancha y dos laterales. En la calle central se encuentran, desde arriba hacia abajo, la figura de la Sabiduría pisando a la Ignorancia, el escudo de la Universidad y la representación de la Teología flanqueada por dos escudos reales.

En las calles laterales se encuentran las alegorías de los saberes, en el primer cuerpo, la Retórica y la Geometría, y en el segundo cuerpo, el Derecho Canónico y el Derecho Civil.

Fachada de la Universidad de Valladolid - La ciencia canónicaAlegoría del Derecho Canónico

Sobre la balaustrada, coronando las grandes columnas del cuerpo central, se encuentran (de izquierda a derecha) las figuras alegóricas de la Astrología, la Medicina, la Filosofía y la Historia.

En los cuerpos laterales, también en la coronación de las pilastras, se sitúan las estatuas de cuatro reyes de Castilla y de España que, a lo largo de la historia de la Universidad, la impulsaron y financiaron. Éstos son, de izquierda a derecha, Juan I, Alfonso VIII, Enrique III y Felipe II. Se puede observar que estas figuras son más complejas en lo referente a los detalles de la ropa y el calzado y a su posición, mucho más dinámica.

Fachada de la Universidad de Valladolid - MedicinaAlegoría de la Medicina, situada en la línea de estatuas sobre la balaustrada

Fachada de la Universidad de Valladolid - Enrique IIIFigura de Enrique III de Castilla

De forma previa a la definición de las trabajos de restauración necesarios se realizó un informe de los daños que sufría la fachada. En general el estado de los elementos antes de la intervención era aceptable, sin que la estabilidad estuviera afectada, aunque sufrían los daños habituales causados por la presencia de aves y agentes meteorológicos, tanto los naturales como la polución propia de una ciudad. Entre las patologías más importantes que se observaron están la existencia de manchas y costra negra, la colonización vegetal de zonas húmedas, la suciedad por excrementos de aves, degradación por presencia de sales y la arenización, fisuración y pequeños desprendimientos.

Fachada de la Universidad de Valladolid - Alfonso VIIIDetalle del calzado de Alfonso VIII

Los trabajos de restauración se iniciaron con la limpieza de todos los elementos a mano y, en las zonas en que se consideró necesario, mediante proyección a baja presión. Sobre las piezas dañadas por ataques de líquenes se aplicaron biocidas hasta eliminar todos los daños.

Una vez limpia se han consolidad los elementos de piedra mediante morteros de cal, compatibles con los materiales existentes. Se han eliminado, allí donde ha sido posible, gran parte de las reposiciones hechas en restauraciones anteriores mediante resinas plásticas. Este tipo de materiales tienen unas propiedades higroscópicas y mecánicas, particularmente la rigidez, muy diferentes a las de los morteros y la piedra originales, y su utilización produce una diferencia de coloración muy evidente y, sobre todo, un comportamiento mecánico muy diferente, originando concentraciones de tensiones que pueden ser contraproducentes.

Fachada de la Universidad de Valladolid - Juan I de CastillaEl calzado de un rey, Juan I, y la herramienta del constructor

En las zonas en las que se han producido pérdidas de material se ha recuperado el volumen mediante masillas especiales que imitan las texturas y el color de la piedra, de forma que los elementos añadidos son inapreciables a simple vista.

En el momento de la visita se estaban finalizando las tareas de reposición volumétrica y de morteros. El siguiente paso será la aplicación de una pátina mediante morteros de cal diluida con pigmentos naturales que iguale el color del conjunto y recupere el tono original. Sobre esa pátina se aplicará una fina capa de hidrofugante permeable al vapor de agua, de forma que se asegure la protección de la piedra pero simultáneamente se permita la transpiración de la misma.

Fachada de la Universidad de ValladolidVista del entablamento y las gárgolas

Ésta es sólo una muestra de lo que da de sí toda la visita. Es una oportunidad inmejorable para visitar y ver de cerca el impresionante trabajo de labra que configura la fachada y, como no, de entender cómo y porqué se interviene en un bien de este tipo. En el interior del edificio hay una pequeña exposición en la cual se puede ver una muestra de los estudios previos y del proyecto de rehabilitación, para comprender mejor la intervención.

Si tenéis oportunidad, no lo dudéis, merece la pena cada minuto de la hora que dura la visita.

* Todas las fotografías son obra del autor, excepto aquellas en las que se especifica lo contrario. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

El cielo… en Pechakucha Night Valladolid vol.05

El pasado 27 de junio participé en la 5ª edición de Pechakucha Night Valladolid, que se celebró en Coco Café, en la plaza de Federico Wettenberg, frente al Museo Nacional de Escultura, al que se accede por la maravillosa portada de San Gregorio. A aquellos que no saben qué es esto de Pechakucha les sugiero que visiten esta página, donde les explican en qué consiste este… lo que sea…

Como resumen para aquellos que no han querido visitar la página, os contaré que es una presentación rápida de 20 imágenes en 20 segundos (cada una) en la cual el presentador cuenta… lo que sea…

Aquella noche me propuse hablar a los asistentes, mientras se tomaban una caña (o similar) en la tranquila terraza de Coco Café, de El Cielo. (El vídeo de lo ocurrido podéis verlo aquí.)

Pero como la cabra tira al monte y quien os habla es arquitecto, no os voy a hablar de ese cielo azul sobre el Atlántico desde la playa de Leça da Palmeira, sino que os voy a hablar de El Cielo Construido

Supongo que todos vosotros cuando habéis entrado en una iglesia, o en un gran espacio, habéis levantado la vista. ¿Pero realmente habéis observado lo que teníais encima? Aquella noche, en la terraza de Coco Café (que está en Valladolid, es importante recordarlo) hice un experimento: simplemente pregunté al público si reconocían la imagen siguiente. Nadie contestó. Es cierto que apenas dejé unos segundos para pensar (20, como habréis adivinado) pero nadie fue tan rápido.

Se trata de las bóvedas de crucería gótica de la Iglesia de San Pablo… y los que conozcan Valladolid sabrán que está a unos 50 metros detrás de donde los asistentes se tomaban esa caña.

02 Lo que no vemos

No se trata, por supuesto, de hacer sentir mal a nadie, ni de dármelas de erudito. A mi también me ha pasado durante muchos años, hasta que comencé a interesarme por estas cosas y a fotografiarlas. La idea es mostrar aquellos que miramos, pero que no llegamos a ver, a interiorizar.

La siguiente imagen es la cúpula semiesférica sobre  trompas de la Ermita de Nuestra Señora de la Anunciada, situada extramuros de la Villa de Urueña (Valladolid). Se trata de una de las dos únicas ermitas de estilo románico lombardo que se conservan en Castilla y León y la mejor conservada.

03 El inicio

Muy cerca de Palencia, junto a la Autovía A-62 Valladolid-Palencia, se encuentra un gran ejemplo del románico cisterciense, la Iglesia de Santa María la Mayor de Villamuriel de Cerrato, a la cual pertenece este maravilloso cimborrio de planta octogonal sobre trompas y tambor.

Ambos ejemplos son muy accesibles y se encuentran en rutas bastante transitadas o en localidades con una gran afluencia de visitantes (Urueña es llamada la Villa del Libro y conserva una gran parte de la muralla y el castillo, así como otros edificios singulares. Os recomiendo entrar aquí y visitarla).

04 El románico

Por supuesto, no tenemos que quedaros en nuestra provincia para visitar este tipo de edificios: es necesario conocerlos pero viajar siempre amplía los puntos de vista, y en lo referente al arte y la arquitectura es aún más cierto.

En Verona, además de la casa de Julieta, hay magníficos ejemplos de bóvedas policromadas. En la imagen siguiente podemos ver las dos bóvedas de la Basílica de San Zeno, situadas sobre el presbiterio y el ábside (la nave está cubierta por una maravillosa estructura de madera… pero esa es otra historia).

05 El color

Cerca de San Zeno, también en Verona, se encuentra la Iglesia de Santa Anastasia. Típica del estilo gótico italiano, también muestra un magnifico muestrario de pinturas en la plementería de las bóvedas, en las que se marcan claramente los arcos cruceros y se muestra el despiece de las dovelas coloreadas de los arcos formeros y perpiaños.

06 Los tirantes

Pero no tenemos que irnos fuera de España para encontrar interesantes bóvedas policromadas. La imagen siguiente muestra las bóvedas góticas de la girola de la Catedral de Ávila, construidas por piedra arenisca bicolor procedente del Valle de Amblés. Los colores blanco y rojo férrico, junto con la geometría en planta trapezoidal de las bóvedas propician ese juego de luces tan característico.

07 La materia

A pocos metros de la Catedral de Ávila, fuera de la muralla, se encuentra la Basílica de San Vicente. De este edificio, fruto de un largo desarrollo quiero destacar el cimborrio gótico que se levanta sobre el crucero, en el cual la geometría es el elemento predominante: partiendo de una planta cuadrada se cubre mediante una bóveda octogonal de aristas cuya transición se realiza mediante arcos apoyados en los muros, en una solución poco habitual.

08 La geometría

Y de una geometría muy humanizada pasamos a la alegoría de la naturaleza del gótico inglés. Las bóvedas de abanico que cubren la escalera del Christ Church College en Oxford, apoyadas en esbeltos pilares y delgados arcos Tudor, parece formar la cubierta de un bosque. Se trata de un gótico en el que la decoración se multiplica frente al gótico puro de origen francés.

09 El bosque

 

A pocos metros, la Christ Church Cathedral se cubre con los elementos propios del gótico perpendicular inglés: profundos nervios que dan lugar a juegos de luces y sombras muy marcados y elementos pendientes, que en conjunto recuerdan a una cueva, con sus estalactitas y estalagmitas, en otra clara alegoría de las formas de la naturaleza en las que entonces eran las obras cumbre del hombre.

12 la cueva

En la Catedral de Sevilla aún podemos observar ambos estilos: en las naves las bóvedas sencillas con nervios muy marcados y plementería francesa, con hiladas paralelas a los ejes, y en los tramos del crucero, formando una estrella, los nervios se comienzan a multiplicar con combados, terceletes y claves secundarias dando origen al llamado gótico español, definido por ciertos autores como gótico tardío o, incluso, decadente.

10 El gótico español

Pero ¿realmente alguien puede pensar que esas bóvedas o las de la imagen siguiente son decadentes?.

Es evidente que no es el gótico francés pero es que hay 370 años entre el inicio de la construcción de Saint Denis en Francia y el inicio de la Catedral de Salamanca en 1513, en pleno Renacimiento, la que se puede considerar, junto con la Catedral de Segovia, el último de los grandes templos góticos.

Estas bóvedas, correspondientes a la nave central, son admirables ejemplos de ingeniería estructural y de arquitectura, obra del que probablemente fue el mejor arquitecto renacentista de España, Rodrigo Gil de Hontañón.

11 Las estrellas

De la complejidad de las bóvedas góticas pasamos a la simplicidad geométrica de las cúpulas. La que muestra la imagen siguiente no tiene ningún tipo de decoración, ya que está hecha para no ser vista: se trata de la bóveda interior de la Torre de Campanas de la Catedral de Salamanca.

13 La torre

En cambio, esta otra pequeña cúpula sobre pechinas sí está pensada para contar una historia. Se trata de una de las cúpulas de estilo bizantino que cubren el nartex de la Basílica de San Marcos de Venecia, y muestran a aquellos que no podían entrar en la iglesia aquello que se narraba en el interior.

14 El Dorado

 Otra cúpula semiesférica cubre el espacio central de la Iglesia Ortodoxa Serbia de la Santísima Trinidad y San Spyridon, que se encuentra en Trieste. En este caso sobre las pechinas se levanta un tambor cilíndrico en el cual se abren las grandes ventanas que iluminan la planta de cruz griega. Y sobre el espacio, un cielo azul y estrellado con la imagen en la clave, dentro de lo que parece ser a la vez un sol y una estrella.

15 El cielo azul

Con la llegada del barroco las formas vuelven a adquirir complejidad. Con toda seguridad muchos de los lectores habréis estado bajo la siguiente cúpula, la de la Chiesa di San Carlo alle Quattro Fontane, en Roma, que construyó Borromini en el siglo XVII.

De esta iglesia se podrían escribir varias Tesis, pero voy a destacar el intrincado despiece geométrico que forma la superficie interior de la cúpula oval, fruto del genio matemático y arquitectónico del autor.

16 Las cuatro fuentes

De vuelta a Verona, en una de las capillas laterales añadidas al edificio gótico de la Cattedrale di Santa Maria Matricolare, observamos otra bóveda oval típica del barroco italiano, decorada, al contrario que en el caso anterior, con motivos escultóricos, balaustradas y columnas, con iluminación lateral a través del tambor, en una composición mucho más académica y menos arriesgada.

Es interesante y bonita, pero no es de Borromini, ni es de Bernini…

17 La luz

La cúpula central de la Iglesia Neoclásica de San Antonio Taumaturgo de Trieste, de principios del siglo XIX, está formada por una elipse, una forma geométricamente más pura, y ha perdido gran parte de la decoración y el color. Lo realmente importante es la pureza de la geometría y la luz.

18 La pulcritud

Poco a poco hemos llegado al modernismo, en el que los nuevos materiales, el hierro y el vidrio, cobran un gran protagonismo.

La imagen siguiente muestra la vidriera que cubre e ilumina la la librería Lello e Irmão, en Oporto, una de las librerías más bellas del mundo y que recomiendo encarecidamente visitar.

Si no quieren desplazarse tanto, pueden visitar la Casa Lis en Salamanca, que además de albergar un interesante museo de Art Nouveau y Art Decò, cuenta con una maravillosa vidriera que cubre el patio interior, y que pueden ver aquí.

19 El libro

Pero no podía terminar este recorrido sin una imagen de la cúpula de todas las cúpulas, el Edificio con mayúsculas, el que puedo considerar el causante de mi propio Síndrome de Stendhal. El Pantheon de Agripa, en Roma, tiene 1900 años y sigue siendo una de las mayores cúpulas semiesféricas construidas, formando un espacio en el que es posible inscribir la esfera completa de unos 44 metros de diámetro (y por tanto, de altura hasta el óculo, de 9 metros de diámetro).

20 El óculo

Terminamos aquí, después de 20 imágenes muy diferentes entre sí, que lo único que pretenden es mostrar algunas de las estructuras que más me han influido y animaros a, en vuestros próximos viajes o en una visita a la iglesia de vuestro barrio, mirar hacia arriba con atención y con un nuevo interés.a

 * Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias. 

 

Manolo Valdés y la Plaza Mayor de Salamanca

Hace unos días, buscando fotografías que creía perdidas (y que, en algún caso, siguen perdidas), me encontré con una serie que hice, allá por noviembre de 2008, a la exposición de las monumentales figuras de Manolo Valdés en Salamanca.

Se trataba de un conjunto de dieciséis esculturas de bronce y acero que reinterpretan famosas obras y mitos de todos los tiempos, potenciando la esencia de su significado mediante representación en gran tamaño y eliminando todos los detalles.

Estas grandes esculturas recorrieron varias ciudades durante unos meses y recuerdo haberlas visto en Madrid y en Valladolid, al menos algunas de ellas. Pero tendréis que perdonarme: puede que peque de imparcial, pero en ningún lugar las potente figuración de las esculturas se alió tanto con el entorno como lo hizo en la Plaza Mayor de Salamanca.

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Vista de la colocación de algunas de las figuras en la Plaza Mayor

El primer acierto a la hora de elegir su ubicación fue la escala: el tamaño de las figuras  implica la necesidad de un gran espacio libre para que sea posible la visión de conjunto. Así, la exposición se entiende como un todo, con su propia composición, y a la vez posibilita pequeñas agrupaciones y permite entender cada escultura individualmente.

A pesar de su gran tamaño, las piezas no se imponen sobre el entorno y, simultáneamente, se relacionan con el paseante en un juego de escalas que no intimida, sino que invita a acercarse y tocarlas.

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Lillie (2006)

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Dama de Elche 

Y acercarse a tocarlas implica una relación mucho más cercana, en la que entra el juego el sentido del tacto, basado en la potencia del material utilizado. Se trata de un juego de escalas entre lo grandioso y lo doméstico, lo cercano, lo accesible, y de un juego de contradicciones entre lo mitológico y lo terrenal, lo material. 

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Coloso (2005)

La expresividad del material, el acero y el bronce, se intensifica en relación con el telón de fondo de las formas barrocas de la Plaza Mayor, el color de la piedra de Villamayor y la textura del granito. El espacio se convierte en un salón en el que el visitante tiene al alcance de la mano la sensación de un espacio creado por el hombre con la materia de la tierra: acero, bronce, piedra y luz, esa luz que, en los soleados días de otoño, convierte las fachadas en volumenes con su juego brillos y sombras cambiantes. La escultura dentro de la escultura.

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Reina Mariana (2005)

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Odalisca (2006) 

No me extenderé más. Simplemente os dejo una serie de imágenes que muestran el diálogo entre la obra de arte y la arquitectura (también obra de arte, por supuesto). No he dedicado tiempo a las características arquitectónicas de la Plaza Mayor de Salamanca ni a Alberto de Churriguera, ya que no era el tema del post. Se ha escrito mucho sobre ello, pero si surge la oportunidad, volveré a escribir sobre la Plaza, una de las más imponentes y bellas del mundo (yo diría que la que más… y estoy dispuesto a discutirlo, pero hay que ser diplomático). 

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Irene II (2006)

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Irene II (2006) Detalle

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Ariadna II (2004) Detalle

* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

Cuatro iglesias históricas de Verona

Todo aquel que haya visitado cualquier ciudad italiana sabe que, vaya por donde vaya, se encontrará una iglesia, una catedral, un baptisterio o un campanile… o todo a la vez. A los españoles esto no nos sorprende, ya que estamos acostumbrados a ver iglesias en nuestras ciudades, y todos los pueblos, por pequeños que sean, tienen su iglesia, más o menos rica, más o menos bien conservada y más o menos grande (aunque lo habitual es que dentro quepa toda la población del municipio y sobre espacio).

Verona no es una excepción, por supuesto. La importancia de esta ciudad a partir de la época romana ha permitido la edificación continuada de todo tipo de templos (cristianos, a partir de la cristianización del Imperio Romano) y de los edificios anexos, por lo que la ciudad está plagada de edificios religiosos.

Con el fin de mantener y divulgar este patrimonio se creó la Associazione Chiese Vive, que propone un recorrido por las cuatro «Iglesias Históricas» de Verona. Por módico precio (6 € por la entrada en las cuatro me parece módico de verdad, sobre todo si se emplea en su restauración, mantenimiento y divulgación) es posible hacer un recorrido por siglos de arquitectura véneta. Y es que la historia de los cuatro edificios es la historia del desarrollo de la arquitectura religiosa desde los primeros templos paleocristianos hasta nuestros días.

Como podréis comprender, mi fuente de información sobre los acontecimientos históricos que originaron su construcción y todos lo avatares posteriores ha sido la documentación que la Associazione Chiese Vive pone al alcance del público. No pretende este post ser el resultado de un estudio en profundidad de cada uno de ellos, ya que muchos anteriormente lo han hecho, seguramente mejor de lo que lo podría hacer yo. Se trata simplemente de continuar con la labor de divulgación de esta Asociación, ya que entiendo que es un ejercicio que se debería hacer con todo el Patrimonio, de cualquier lugar del mundo, para despertar la inquietud, el interés o el amor incondicional por el Patrimonio Mundial, que es el de todos (Tranquilidad, cuando tenga oportunidad continuaré haciéndolo con el patrimonio español, igual que espero que algún italiano esté escribiendo un blog similar a éste sobre España).

Para entender los edificios en algunos casos no es suficiente con las fotos incluidas: el espacio es limitado y este no es un blog (sólo) de fotografía. Os recomiendo que paralelamente a la lectura visitéis mi albúm en Flickr, al que podéis acceder desde la columna de la derecha.

Comenzaremos el recorrido por la Basílica de San Zeno, cuyo origen se remonta al enterramiento paleocritiano de San Zeno, obispo de Verona a mediados del siglo IV. Diversos sucesos modificaron la estructura y la composición del conjunto hasta el levantamiento de la Basílica con la estructura actual a finales del siglo XI y durante todo el siglo XII.

El edificio tiene planta basilical de tres naves, que se muestran claramente en la armoniosa composición de la fachada, cuyos elementos más importantes son el pórtico, muy característico de la región del Véneto, y el gran rosetón central, de clara influencia gótica, ejecutado con posterioridad al conjunto de la Basílica y que supuso el levantamiento de la nave central.

El claustro adosado al templo es uno de los pocos restos, junto con la torre de la Abadía, del pasado monástico del conjunto.

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Basilica de San Zeno. Claustro

En la gran nave central destaca el orden alternado de estilizadas columnas y grandes pilastras compuestas sobre las que descargan los altos muros de la nave central y la magnífica cubierta artesonada de madera. Al fondo, rompiendo la caja que forma la canónica planta basilical, se levantó a finales del siglo XIV la Capilla Mayor, cubierta por bóvedas nervadas góticas profusamente decoradas, como es habitual en el gótico italiano al contrario que en el resto de Europa.

En el retablo se encuentra la Majestuosidad de la Virgen, de Andrea Mategna, una de las obras maestras de la pintura renacentista del noreste de Italia.

La iglesia cuenta con tres niveles: el nivel de acceso, que ocupa gran parte de las naves, el nivel superior, reservado en su día a la nobleza y el clero, y la cripta. Esta última data del siglo X y está levantada con elementos recuperados de edificios anteriores.

Tanto el interior como el exterior del edificio destacan por la sobriedad de sus formas, pero la utilización de los diferentes tipos de piedra y fábrica y el colorido aportado por la decoración,  aumentan la sensación de ligereza ya presente por la altura y la iluminación, más propias del gótico que del románico. Es de suponer que en un principio la iglesia fue bastante más oscura y que las modificaciones llevadas a cabo en los siglos XIII y XIV son las que la han dotado de su actual presencia, sobre el trazado basilical original.

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Basilica de San Zeno. Nave central

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Basilica de San Zeno. Bóveda sobre el Altar Mayor

Al igual que la Basílica de San Zeno, la Catedral de Santa María Matricolare se levanta sobre el emplazamiento de previo de lugares de culto romanos y paleocristianos. En realidad, podemos hablar de un auténtico conjunto catedralicio que incluye también a la Iglesia de San Giovanni in Fonte (el Baptisterio), la Iglesia de Santa Elena, el claustro de los Canónigos y la Biblioteca Capitular. La Catedral adquirió su configuración actual, de planta basilical con un gran ábside en cabecera, tras el terremoto de 1117.

Las tres naves que la forman están cubiertas por bóvedas de crucería sencilla. En la nave central, los arcos perpiaños ligeramente apuntados y la planta sensiblemente cuadrada de los tramos indican que los arcos diagonales deben tener una geometría muy cercana a la semicircunferencia. En el caso de las naves laterales, de gran altura, los tramos son claramente rectangulares, lo que explica la pronunciada forma apuntada de los perpiaños.

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Duomo de Verona. Nave principal

La profusa decoración interior data de los siglos XV y XVI, así como la construcción de las dos grandes capillas laterales, cubiertas ambas por cúpulas de planta oval sobre pechinas, adaptándose a la planta rectangular, propias de la arquitectura barroca de esa época.

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 Duomo de Verona. Cúpula barroca sobre la Capilla de la Virgen del Pueblo.

Del resto de los edificios que componen el conjunto merece una mención el Baptisterio de San Giovanni in Fonte. Construido a principios del siglo XII, está formado por tres sencillas naves separadas por sencillos arcos de medio punto y cubiertas por armaduras de madera. Como elemento estructural destaca la perfecta bóveda de fábrica del ábside, por su geometría y por la materialidad que le otorgan las hiladas de ladrillo que la forman.

En el centro de la nave principal se encuentra la gran pila bautismal, de forma octogonal y tallada en un solo bloque de mármol. Una joya de la escultura románica.

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Duomo de Verona. Interior del Baptisterio

La Iglesia de Santa Anastasia, como no podía ser de otra manera, se levanta sobre dos templos anteriores, uno dedicado también a Santa Anastasia y otro a San Remigio. Se trata de la Iglesia más grande Verona, comenzada a construir en la última década del siglo XIII y cuyas obras se prolongaron durante aproximadamente dos siglos, a pesar de lo cual nunca se finalizó, ya que la fachada permanece incompleta.

Se trata de un magnífico ejemplo del gótico italiano. Sus tres grandes naves están cubiertas por bóvedas de crucería atirantadas con los paños de plementería decorados con pinturas, sobre los que se marcan los nervios. De la misma manera los arcos perpiaños y formeros se encuentran decorados tanto en los alzados como en el intradós.

Este sistema de cobertura se apoya sobre grandes columnas lisas de marmol rojo, de forma que se asemeja a la bóveda de un bosque sobre los estilizados fustes de los árboles.

La iglesia cuenta con una importante colección de obras de arte, entre las que destaca el fresco San Jorge  y la Princesa, obra maestra de Pisanello.

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Iglesia de Santa Anastasia. Nave central

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Iglesia de Santa Anastasia. Bóveda sobre el crucero

A orillas del rio Adige se encuentra la Iglesia de San Fermo. La peculiaridad de este edificio es que, en realidad, contiene dos iglesias de estilo románico: la inferior, para la conservación de las reliquias de San Fermo y San Rústico, y la superior, para el culto y celebraciones habituales. Fueron levantadas entre los años 1065 y 1143, y la superior, que se puede visitar actualmente, se  reedificó a mediados del siglo XIII sobre los restos de la anterior.

Así, los absides laterales son románicos, restos probablemente de la primera iglesia, y el ábside central es gótico. Por su parte, el interior de la Iglesia superior se ha reformado con el paso del tiempo, añadiendo altares y capillas funerarias, en su mayor parte de estilo renacentista.

La continua sucesión de intervenciones y la demora en el tiempo de su construcción se refleja en la variación de los materiales empleados, muchos de ellos reutilizados.

Las bóvedas de los ábsides y las capillas laterales están decoradas con frescos, la mayor parte de ellos del siglo XIV con motivos típicos de la orden franciscana, que en esa época habitaba el monasterio al que pertenecía la iglesia. La cubierta de la única nave que forma la iglesia es un complicado artesonado de madera que forma una bóveda atirantada.

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Iglesia de San Fermo. Fachada

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Iglesia de San Fermo. Bóvedas sobre el ábside lateral

Estos cuatro grandes edificios forman un recorrido completo sobre la historia de la construcción religiosa de la ciudad de Verona, con los propias características dentro de la región del Véneto. Se trata de un conjunto muy heterogéneo, debido sobre todo al desarrollo de las construcciones durante largos periodos de tiempo, y entendidas como conjuntos y no como edificios individuales.

En todos los casos se puede observar una superposición de estilos que, si bien puede resultar extraña en algunos casos, forma conjuntos armónicos y bien solucionados (en casi todos los casos, aunque no todos). La idea de la convivencia de los estilos, aceptada con naturalidad cuando se trata de edificios históricos, se convierte en un tema complejo cuando se incluye la arquitectura contemporánea. Pero creo que no es el momento de desarrollarla, será objeto de otro post en el que comentaremos ejemplos de todas las épocas.

Si tenéis tiempo os aconsejo que, con las imagenes en la cabeza, visitéis algunas de las iglesias que, con toda seguridad, tenéis cerca. Os daréis cuente de las grandes diferencias que, sobre las mismas bases estilísticas, existen entre diferentes países (y entre regiones, por supuesto).

* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

Blenheim Palace y el jardín inglés

Hoy, gracias a un artículo publicado en El País y a mis amigos de Licencia Histórica, he rememorado el viaje que hice ya hace cuatro años a Oxford y a Blenheim Palace.

El artículo tiene el interés justo pero al leerlo (en diagonal, todo hay que decirlo) me han surgido dos preguntas: ¿Qué pinta en la lista la Fallingwater House? y ¿Porqué no está Blenheim Palace?. También me he acordado de la visita a Villa D’Este, en Tívoli, pero eso fue en el lejano pasado del 2003. Si viajáis a Roma con tiempo suficiente, recomiendo una excursión de un día a Tívoli, para visitar Villa Adriana y Villa D’Este.

Volviendo al tema, para paliar esa importante ausencia, os muestro a continuación un recorrido por el exterior del Edificio. En el interior no dejaban hacer fotos y sólo era accesible una parte del mismo en la cual había una exposición sobre Winston Churchill, que nació allí.

El palacio se construye para el Duque de Marlborough como premio por su victoria en la Batalla de Blenheim de 1704 frente a Luis XIV de Francia. Se comenzó a edificar al año siguiente bajo las ordenes de John Vanbrugh, con la colaboración de Nicholas Hawksmoor, que a su vez trabajó con Christopher Wren.

La principal virtud del conjunto es su colocación dentro de un paisaje. Está situado en el borde noroeste de una pequeña meseta, sobre un lago, de forma que en la vista desde el mismo sus torres se recortan sobre el cielo. La ubicación y las intervenciones en el paisaje son tan sutiles que parecen no existir, buscando una relación con la naturaleza que no parta del dominio, sino de la búsqueda del genius loci.

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Vista desde Blenheim Palace del puente sobre el lago y de la Columna de la Victoria

Aunque se trata de una residencia, su principal función es la de monumento militar y este carácter se aprecia en la contundencia del gran bloque principal, en el que se sitúan los espacios más importantes, salones y habitaciones, flanqueado por cuatro torres. El palacio (aunque tiene más carácter de castillo) se compone de ese bloque central y dos alas que se abren hacia el noroeste y en las que se encuentran las caballerizas y las estancias de servicio (ahora la tienda). En el centro se forma un patio, a modo de cour d’honneur, que a su vez configura la plataforma desde la cual se domina la campiña, el lago y, alineada con la geometría del palacio, la gran Columna de la Victoria.

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Cour d’honneur de Blenheim Palace

A partir de estos edificios principales se extienden sobre la meseta otros edificios subsidiarios que en ciertos puntos descienden hacia el río adaptándose a la pendiente.

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Ala suroeste de Blenheim Palace

El edificio es de estilo barroco y, reflejando la severidad militar propia de su carácter, se diferencia del barroco continental en su austeridad. A pesar de ello, en la fachada suroeste, el gran pórtico, la masividad de las torres y la ornamentación de las columnatas y las ventanas refuerzan la sensación de encontrarnos ante un edificio de marcado carácter militar.

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Fachadas suroeste y sureste, abriéndose al Jardín Italiano

Por otro lado, la fachada sureste es mucho más comedida, respetuosa con la naturaleza, que en este punto se convierte en la protagonista del conjunto. El edificio, a pesar de sus grandes dimensiones parece posarse sobre la pradera y, alrededor de ésta, se configura el resto del jardín.

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Blenheim Palace desde la pradera sur

El jardín fue diseñado por Lancelot «Capability» Brown, en torno a 1764, y se trata de uno de los mejores ejemplos del jardín inglés. Aunque la voluntad es que no exista una geometría rígida para asemejarse a la naturaleza, se trata siempre de una naturaleza domesticada, ya que nada es casual, todo está perfectamente pensado. Se puede considerar este jardín como un elemento arquitectónico en el que no es necesaria la arquitectura y cuyos elementos son los árboles, las praderas, los caminos o el agua.

Se trata de un jardín para pasearlo, que utiliza la perspectiva configurada por los propios elementos naturales para sorprender. A continuación incluyo algunas fotos de mi paseo. No es lo mismo, lo sé, pero que sirva como aliciente para ir a visitarlo.

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Hay muchas más fotos. Algunas de ellas las he colgado, así que si queréis verlas sólo tenéis que entrar en mi «álbum Flickr», al cual se puede acceder desde este mismo blog (columna de la derecha).

* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.