El cielo… en Pechakucha Night Valladolid vol.05

El pasado 27 de junio participé en la 5ª edición de Pechakucha Night Valladolid, que se celebró en Coco Café, en la plaza de Federico Wettenberg, frente al Museo Nacional de Escultura, al que se accede por la maravillosa portada de San Gregorio. A aquellos que no saben qué es esto de Pechakucha les sugiero que visiten esta página, donde les explican en qué consiste este… lo que sea…

Como resumen para aquellos que no han querido visitar la página, os contaré que es una presentación rápida de 20 imágenes en 20 segundos (cada una) en la cual el presentador cuenta… lo que sea…

Aquella noche me propuse hablar a los asistentes, mientras se tomaban una caña (o similar) en la tranquila terraza de Coco Café, de El Cielo. (El vídeo de lo ocurrido podéis verlo aquí.)

Pero como la cabra tira al monte y quien os habla es arquitecto, no os voy a hablar de ese cielo azul sobre el Atlántico desde la playa de Leça da Palmeira, sino que os voy a hablar de El Cielo Construido

Supongo que todos vosotros cuando habéis entrado en una iglesia, o en un gran espacio, habéis levantado la vista. ¿Pero realmente habéis observado lo que teníais encima? Aquella noche, en la terraza de Coco Café (que está en Valladolid, es importante recordarlo) hice un experimento: simplemente pregunté al público si reconocían la imagen siguiente. Nadie contestó. Es cierto que apenas dejé unos segundos para pensar (20, como habréis adivinado) pero nadie fue tan rápido.

Se trata de las bóvedas de crucería gótica de la Iglesia de San Pablo… y los que conozcan Valladolid sabrán que está a unos 50 metros detrás de donde los asistentes se tomaban esa caña.

02 Lo que no vemos

No se trata, por supuesto, de hacer sentir mal a nadie, ni de dármelas de erudito. A mi también me ha pasado durante muchos años, hasta que comencé a interesarme por estas cosas y a fotografiarlas. La idea es mostrar aquellos que miramos, pero que no llegamos a ver, a interiorizar.

La siguiente imagen es la cúpula semiesférica sobre  trompas de la Ermita de Nuestra Señora de la Anunciada, situada extramuros de la Villa de Urueña (Valladolid). Se trata de una de las dos únicas ermitas de estilo románico lombardo que se conservan en Castilla y León y la mejor conservada.

03 El inicio

Muy cerca de Palencia, junto a la Autovía A-62 Valladolid-Palencia, se encuentra un gran ejemplo del románico cisterciense, la Iglesia de Santa María la Mayor de Villamuriel de Cerrato, a la cual pertenece este maravilloso cimborrio de planta octogonal sobre trompas y tambor.

Ambos ejemplos son muy accesibles y se encuentran en rutas bastante transitadas o en localidades con una gran afluencia de visitantes (Urueña es llamada la Villa del Libro y conserva una gran parte de la muralla y el castillo, así como otros edificios singulares. Os recomiendo entrar aquí y visitarla).

04 El románico

Por supuesto, no tenemos que quedaros en nuestra provincia para visitar este tipo de edificios: es necesario conocerlos pero viajar siempre amplía los puntos de vista, y en lo referente al arte y la arquitectura es aún más cierto.

En Verona, además de la casa de Julieta, hay magníficos ejemplos de bóvedas policromadas. En la imagen siguiente podemos ver las dos bóvedas de la Basílica de San Zeno, situadas sobre el presbiterio y el ábside (la nave está cubierta por una maravillosa estructura de madera… pero esa es otra historia).

05 El color

Cerca de San Zeno, también en Verona, se encuentra la Iglesia de Santa Anastasia. Típica del estilo gótico italiano, también muestra un magnifico muestrario de pinturas en la plementería de las bóvedas, en las que se marcan claramente los arcos cruceros y se muestra el despiece de las dovelas coloreadas de los arcos formeros y perpiaños.

06 Los tirantes

Pero no tenemos que irnos fuera de España para encontrar interesantes bóvedas policromadas. La imagen siguiente muestra las bóvedas góticas de la girola de la Catedral de Ávila, construidas por piedra arenisca bicolor procedente del Valle de Amblés. Los colores blanco y rojo férrico, junto con la geometría en planta trapezoidal de las bóvedas propician ese juego de luces tan característico.

07 La materia

A pocos metros de la Catedral de Ávila, fuera de la muralla, se encuentra la Basílica de San Vicente. De este edificio, fruto de un largo desarrollo quiero destacar el cimborrio gótico que se levanta sobre el crucero, en el cual la geometría es el elemento predominante: partiendo de una planta cuadrada se cubre mediante una bóveda octogonal de aristas cuya transición se realiza mediante arcos apoyados en los muros, en una solución poco habitual.

08 La geometría

Y de una geometría muy humanizada pasamos a la alegoría de la naturaleza del gótico inglés. Las bóvedas de abanico que cubren la escalera del Christ Church College en Oxford, apoyadas en esbeltos pilares y delgados arcos Tudor, parece formar la cubierta de un bosque. Se trata de un gótico en el que la decoración se multiplica frente al gótico puro de origen francés.

09 El bosque

 

A pocos metros, la Christ Church Cathedral se cubre con los elementos propios del gótico perpendicular inglés: profundos nervios que dan lugar a juegos de luces y sombras muy marcados y elementos pendientes, que en conjunto recuerdan a una cueva, con sus estalactitas y estalagmitas, en otra clara alegoría de las formas de la naturaleza en las que entonces eran las obras cumbre del hombre.

12 la cueva

En la Catedral de Sevilla aún podemos observar ambos estilos: en las naves las bóvedas sencillas con nervios muy marcados y plementería francesa, con hiladas paralelas a los ejes, y en los tramos del crucero, formando una estrella, los nervios se comienzan a multiplicar con combados, terceletes y claves secundarias dando origen al llamado gótico español, definido por ciertos autores como gótico tardío o, incluso, decadente.

10 El gótico español

Pero ¿realmente alguien puede pensar que esas bóvedas o las de la imagen siguiente son decadentes?.

Es evidente que no es el gótico francés pero es que hay 370 años entre el inicio de la construcción de Saint Denis en Francia y el inicio de la Catedral de Salamanca en 1513, en pleno Renacimiento, la que se puede considerar, junto con la Catedral de Segovia, el último de los grandes templos góticos.

Estas bóvedas, correspondientes a la nave central, son admirables ejemplos de ingeniería estructural y de arquitectura, obra del que probablemente fue el mejor arquitecto renacentista de España, Rodrigo Gil de Hontañón.

11 Las estrellas

De la complejidad de las bóvedas góticas pasamos a la simplicidad geométrica de las cúpulas. La que muestra la imagen siguiente no tiene ningún tipo de decoración, ya que está hecha para no ser vista: se trata de la bóveda interior de la Torre de Campanas de la Catedral de Salamanca.

13 La torre

En cambio, esta otra pequeña cúpula sobre pechinas sí está pensada para contar una historia. Se trata de una de las cúpulas de estilo bizantino que cubren el nartex de la Basílica de San Marcos de Venecia, y muestran a aquellos que no podían entrar en la iglesia aquello que se narraba en el interior.

14 El Dorado

 Otra cúpula semiesférica cubre el espacio central de la Iglesia Ortodoxa Serbia de la Santísima Trinidad y San Spyridon, que se encuentra en Trieste. En este caso sobre las pechinas se levanta un tambor cilíndrico en el cual se abren las grandes ventanas que iluminan la planta de cruz griega. Y sobre el espacio, un cielo azul y estrellado con la imagen en la clave, dentro de lo que parece ser a la vez un sol y una estrella.

15 El cielo azul

Con la llegada del barroco las formas vuelven a adquirir complejidad. Con toda seguridad muchos de los lectores habréis estado bajo la siguiente cúpula, la de la Chiesa di San Carlo alle Quattro Fontane, en Roma, que construyó Borromini en el siglo XVII.

De esta iglesia se podrían escribir varias Tesis, pero voy a destacar el intrincado despiece geométrico que forma la superficie interior de la cúpula oval, fruto del genio matemático y arquitectónico del autor.

16 Las cuatro fuentes

De vuelta a Verona, en una de las capillas laterales añadidas al edificio gótico de la Cattedrale di Santa Maria Matricolare, observamos otra bóveda oval típica del barroco italiano, decorada, al contrario que en el caso anterior, con motivos escultóricos, balaustradas y columnas, con iluminación lateral a través del tambor, en una composición mucho más académica y menos arriesgada.

Es interesante y bonita, pero no es de Borromini, ni es de Bernini…

17 La luz

La cúpula central de la Iglesia Neoclásica de San Antonio Taumaturgo de Trieste, de principios del siglo XIX, está formada por una elipse, una forma geométricamente más pura, y ha perdido gran parte de la decoración y el color. Lo realmente importante es la pureza de la geometría y la luz.

18 La pulcritud

Poco a poco hemos llegado al modernismo, en el que los nuevos materiales, el hierro y el vidrio, cobran un gran protagonismo.

La imagen siguiente muestra la vidriera que cubre e ilumina la la librería Lello e Irmão, en Oporto, una de las librerías más bellas del mundo y que recomiendo encarecidamente visitar.

Si no quieren desplazarse tanto, pueden visitar la Casa Lis en Salamanca, que además de albergar un interesante museo de Art Nouveau y Art Decò, cuenta con una maravillosa vidriera que cubre el patio interior, y que pueden ver aquí.

19 El libro

Pero no podía terminar este recorrido sin una imagen de la cúpula de todas las cúpulas, el Edificio con mayúsculas, el que puedo considerar el causante de mi propio Síndrome de Stendhal. El Pantheon de Agripa, en Roma, tiene 1900 años y sigue siendo una de las mayores cúpulas semiesféricas construidas, formando un espacio en el que es posible inscribir la esfera completa de unos 44 metros de diámetro (y por tanto, de altura hasta el óculo, de 9 metros de diámetro).

20 El óculo

Terminamos aquí, después de 20 imágenes muy diferentes entre sí, que lo único que pretenden es mostrar algunas de las estructuras que más me han influido y animaros a, en vuestros próximos viajes o en una visita a la iglesia de vuestro barrio, mirar hacia arriba con atención y con un nuevo interés.a

 * Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias. 

 

Carlo Scarpa en la Fundación Querini Stampalia (Venecia)

Venecia es una ciudad especial por muchas razones. Es especial por su ubicación, por supuesto, y por el aspecto decadente y romántico de sus edificios. Es una ciudad en la que el tiempo es importante porque se puede ver, se puede tocar. También es una ciudad especial porque está llena de sorpresas. Todo el mundo conoce el puente Rialto y la plaza de San Marcos pero, para mi, uno de sus encantos es la posibilidad de, paseando por sus callejuelas (con o sin rumbo fijo) puedes encontrarte con verdaderas joyas.

En un destino turístico como éste, siempre atestado de turistas, así caigan rayos y centellas, no existe mayor placer que encontrar esos lugares donde el tiempo parece detenerse.

Uno de ellos es la Fundación Querini Stampalia, una institución cultural fundada a finales del siglo XIX por esa importante familia veneciana. No se trata de uno de los puntos de referencia turísticos, su colección de pintura barroca no atrae como lo hace la Colección Peggy Guggenheim, vaya usted a saber porqué, y en cierto sentido se agradece.

Pero en este post vamos a centrarnos solamente en una pequeña parte del conjunto: la intervención que realizó Carlo Scarpa entre los años 1961 y 1963 en la planta baja y el patio del palacio.

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El proyecto contemplaba la recuperación de la planta a nivel de calle (o de canal) en su estructura original, para su uso como espacio expositivo, la apertura de un nuevo acceso y la ordenación del pequeño jardín trasero.

Para comprender la actuación hay que tener en cuenta que las necesidades actuales han implicado la ampliación del edificio en fechas posteriores y la apertura de otra entrada, por lo que se ha modificado el recorrido original. De esta manera, el vestíbulo original se ha convertido simplemente en una pequeña sala de exposiciones y su importancia en la comprensión del conjunto ha disminuido notablemente. La imagen siguiente muestra el recorrido actual, con el antiguo vestíbulo al fondo.

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Actualmente, el principal contacto entre la ciudad y las salas de la planta baja es el porche de acceso de barcas. En este punto se permite la entrada del canal en momentos de mareas altas y una escalera escultórica desciende y se sumerge en el agua. De esta forma uno de los principales problemas a los que se tenía que hacer frente se convierte en generador del proyecto: la presencia del agua.

Esta misma idea lleva a definir los recorridos mediante una suerte de plataformas delimitadas por pequeños muretes que separan los pavimentos de los muros, haciendo de la necesidad virtud y generando un sistema de convivencia entre el agua y el edificio.

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Las arcadas de acceso al porche desde el canal son el primero de una serie de diafragmas que, con diferentes tratamientos y grados de transparencia, generan el eje formado por el porche, la sala principal de exposiciones y el jardín.

El elemento que conecta la sala de exposiciones con el acceso, lejos de ser un simple elemento de separación, se pliega y se enriquece con maravillosos detalles escultóricos en los que se combinan los materiales, de forma que la piedra y el metal se recortan para dotar de protagonismo a la ligereza del vidrio. Así, la pieza central se asemeja a un gran pilar que sostiene el conjunto y que parece desvanecerse.

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La sala principal de exposiciones, lejos de ser un mero espacio rectangular de exposición, presenta una composición de paramentos ligera y dinámica partiendo de materiales pesados, el mármol travertino y el metal, de los dos espacios de luz natural que conecta y de una acertada utilización de la luz artificial, que parece surgir de los paramentos y que se refleja en el pavimento y el techo.

Esta sensación de ligereza se acentúa en los huecos, que parecen recortados en el travertino como si fuera un juego de cartulinas.

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Continuando el recorrido a lo largo del eje principal de la sala de exposiciones se llega al jardín, un pequeño espacio en el que la luz y el agua vuelven a ser los protagonistas. Se utilizan diferentes materiales y delicadas geometrías para crear un recorrido perimetral en el cual siempre es agua es el elemento principal, ya sea como acompañante o como meta.

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Toda la intervención es un juego entre los elementos que configuran la ciudad de Venecia: los materiales, los recorridos, la luz y el agua, todos ellos trabajados con una maravillosa sensibilidad y atención al detalle, hasta el punto que el diseño de los múltiples elementos particulares forman un conjunto armónico en el que las geometrías creadas se perciben con naturalidad, en el la complejidad del diseño se diluye hasta parecer lo más sencillo y evidente, de forma que una vez se visita se hace difícil entender este espacio sin la firma de Carlo Scarpa.

Esta intervención en la Fundación Querini Stampalia es una de las obras más importantes y con mayor riqueza estilística de un autor a quien hace poco un compañero y amigo llamó “el arquitecto orfebre“, aunque quizá es también una de las menos conocidas.

Datos generales Proyecto: Fundación Querini Stampalia

Arquitecto: Carlo Scarpa

Situación: Sestiere Castello 5252, Santa María Formosa, 30122 Venecia (Italia)

Año: 1961-1963

Fotografía: José Santos Torres

Fuentes: Fundación Querini Stampalia 

*Artículo publicado por el autor en el blog Cosas de Arquitectos , el 2 de mayo de 2014.

* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

La Iglesia de San Lorenzo en Venecia

Hace un par de meses, durante uno de mis paseos por Venecia, tratando de alejarme del mundanal ruido y de los vendedores de cosas luminosas que vuelan, visité la (ex) Iglesia de San Lorenzo. He de decir que en este caso no fue un descubrimiento fortuito, sino que llegué allí siguiendo los pasos de un interesante post de reharq* que despertó mi curiosidad (¡gracias Libe!).

El edificio que puede visitarse hoy en día es la consecuencia de una serie de transformaciones desde su fundación a principios del siglo IX. La iglesia actual fue construida en el siglo XVI con proyecto de Simone Sorella. En cualquiera de las páginas enlazadas podéis encontrar una pequeña historia de la iglesia, incluida la mención a la tumba de Marco Polo. Dejaré que, si tenéis curiosidad, visitéis esas páginas y no me extenderé en ello.

Como se puede observar en las fotografías siguientes nunca se llegó a finalizar la ejecución, al menos en las fachadas, ejecutadas mediante fábrica de ladrillo pero sin la colocación del acabado final de mármol. Aunque más adelante volveremos al tema de la Bienal, en la página del Pabellón de México (función actual de la ex-iglesia) se puede ver un interesante plano del alzado tal y como se proyectó, con un claro estilo Palladiano.

Es evidente que, de haberse finalizado, la imagen actual sería mucho más imponente, pero es muy interesante poder ver el proceso constructivo que utilizaban y lo que se encuentra bajo la «piel» de obras tan imponentes como puede ser la Basílica de Santa María de la Salud, esta sí, obra de Andrea Palladio (y también en Venecia, a la que puede llegar con un paseo de 10 minutos y un viajecillo en vaporetto).

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Fachada principal y Campo de San Lorenzo

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Detalle de la fachada de fábrica de ladrillo

La configuración del edificio es muy poco usual en edificios religiosos, aunque posiblemente responda a las peculiaridades de su uso, ya que durante mucho tiempo fue un convento y compartía culto con el público. La planta tiene forma cuadrada y está dividida en dos rectángulos de diferente dimensión, separados por muros y rejería.

El altar es una gran pieza escultórica, en forma de arco triunfal, obra de Gerolamo Campagna. Está situado en el centro y ejecutado en materiales y colores diferentes al resto del interior, de forma que domina todo el espacio y puede dar servicio a ambas naves.

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Altar y elementos de separación

Así se forman dos grandes espacios diáfanos, sin elementos de sustentación y de gran altura, conectados visualmente entre si por su parte superior y con un único punto focal, el altar mayor. Se cubren ambas naves con bóvedas de cañón rebajado que permiten la apertura de grandes huecos semicirculares que bañan de luz el interior.

El acabado original en revoco blanco que, aunque muy dañado, aún se puede observar en gran parte de las superficies, junto con los grandes huecos superiores, dotan al edificio de una gran luminosidad, aún en las condiciones en las que se encuentra actualmente.

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Vista de la nave frontal y de los elementos de separación espacial

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Vista de las bóvedas de la nave nave posterior y de los elementos de rejería existentes

En el momento de la visita se estaban desarrollando los trabajos de rehabilitación, principalmente en cimentación, suelos y pavimentos. Si bien se observan algunas fisuras en los muros, principalmente asociadas a los huecos, no parece que exista un problema estructural, a pesar de los años de abandono. Los elementos afectados por desprendimientos y manchas son principalmente los acabados y, por lo tanto, la actuación será superficial. Durante el trabajo de documentación para redactar esta entrada he encontrado unas imágenes del Proyecto de Rehabilitación para convertirla en espacio expositivo. No sé si será el que se ejecutará o alguna imagen de concurso, pero en todo caso es interesante ver como podría quedar.

Como apunta el post de reharq* que ya mencioné, se cedió la ex-iglesia a México para que la utilizara como sede nacional para las diferentes bienales que tendrán lugar en Venecia hasta el año 2022, a cambio de que se hicieran cargo de la restauración y del mantenimiento. Parece que, a pesar de las dificultades, los trabajos continúan. Esperemos que siga así y, a ser posible, que los trabajos de restauración no duren 9 años más.

Durante la Bienal de Arte del año 2013 el pabellón de México ya se encontraba en el interior de la nave. Formado por una ligera estructura de madera en la que se sitúa el verdadero objeto de la exposición: el CORDIOX, de Ariel Guzik

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Instalación del Cordiox

Se trata de una compleja máquina formada por un cilindro de cuarzo y una serie de cuerdas tensadas que transmiten cualquier vibración ambiental, por sutil, que sea, al cilindro de resonancia. Si queréis saber más sobre el sistema, os recomiendo visitar su página web en la cual se explica mucho mejor de lo que puedo hacerlo yo. La instalación de un sistema que explora las cualidades musicales de la arquitectura enlaza con el pasado del edificio, en el cual se dice que, por su excelente acústica, Vivaldi ensayó algunas de sus obras.

Ante la cuestión que plantea el post de reharq*, sobre la necesidad de restaurar todo, yo creo que no todo debe ser restaurado o rehabilitado. Dependerá de su valor arquitectónico, artístico, cultural, histórico, etc. Aunque todo esto, y como actuar en el patrimonio, darían para varios post (ummmm…).

En este caso concreto creo que la recuperación del edificio es muy importante, por la historia que hay detrás, por sus peculiaridades arquitectónicas y, sobre todo, por ser un magnífico espacio que, estoy seguro, puede aportar mucho a un sinfín de nuevas actividades.

— Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

Venecia: Sobre puertas y ventanas

Cuando se recorre una ciudad como Venecia una de las primeras cosas que llama la atención es la ausencia de tráfico. Aunque se puede decir que sí hay, ya que la gente se desplaza en barcas a motor, la sensación de ruido y de velocidad es prácticamente nula y, de haberla, sólo existe en los canales más grandes.

Una vez comienzas a callejear todo eso desaparece y la relación del caminante con la ciudad cambia. Venecia es una ciudad a escala del hombre, no de la máquina, y la relación de los edificios, las casas y los palacios, es una relación tan cercana que pasa de la vista al tacto.

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Esta relación del interior con el exterior se realiza a través de las fachadas y de sus huecos, de los materiales y de la composición. Y también de los carteles y las pintadas.

Hoy os dejo una serie de imagenes que ilustran esta conexión entre lo privado y lo público.

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Al observar estos huecos hay que tener en cuenta la relación de amor-odio que existe en Venecia entre el interior y la calle. Si os fijáis la mayor parte de los huecos son opacos, o están cerrados. Debe ser bastante complicado vivir en un lugar en el que los huecos están tan cerca de la calle, una calle llena siempre de desconocidos.

La ciudad se desarrolló en un contexto en el que la vida vecinal en la calle era la forma de relación más habitual y, tal y como la conocemos hoy, los espacios siguen siendo los mismos, pero las relaciones sociales no. Se podría decir que prácticamenta han desaparecido.

Probablemente parte del encanto de estas calles laberínticas es precisamente la sensación de encontrarse en un lugar que no es el tuyo, sino el de los vecinos que un dia vivieron en ellas, de ser un intruso.

Poco ha poco Venecia ha ido cambiando y, del escenario de la vida de sus habitantes, se ha convertido solo en eso, un escenario, un decorado para los miles de turistas que la visitan (la visitamos) todos los días.

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Cuando paseas por estas calles estrechas los materiales que componen las fachadas están al alcance de la mano. La percepción de las fachadas ya no sólo llega a través de la vista, sino que el tacto cobra protagonismo.

Es una lástima que en las fotografías el sentido del tacto no sirva de nada. Aún así se ha intentado que la textura y el color den una idea de la realidad.

La degradación de las fachadas nos permite conocer la realidad de lo construido y, en algunos casos, del desarrollo de los edificios a lo largo del tiempo. Como ejemplo, en la fotografía siguiente se muestra un hueco adintelado, pero el desconchón permite intuir la existencia previa de un arco de fábrica que anteriormente formaba el hueco.

 

Como ya apuntaba en el blog anterior, el estado de degradación de las fachadas es generalizado. Es seguro que se debe a un ambiente altamente agresivo, principalmente por causa de la humedad, pero en muchos casos da la sensación de que es, si no voluntario, sí permitido y aceptado por todos como parte del decorado.

Esa sensación de ciudad antigua, decadente, aporta a Venecia gran parte de su encanto. Hablamos de la poética de la ruina, del implacable paso del tiempo y de su acción sobre las obras del hombre. Hablamos de Romanticismo.

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* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.

Venecia: Un paseo entre canales

Como muchos ya sabréis, por motivos de trabajo estoy pasando una temporada en el Véneto. Tengo la suerte de estar a una media hora en tren de «La Serenissima» y esa es la razón por la que varios de mis próximas entradas del blog estarán dedicadas a ella.

Venecia es, en muchos aspectos, una ciudad única. Muchas ciudades en el mundo tienen una red de canales, en algún caso incluso más extensa, pero ninguna de ellas le ha sacado el partido que han conseguido sacarle los italianos a esta ciudad. En los próximos posts trataré de «desenmascararla», de saber qué la ha convertido en lo que hoy puede visitarse.

La imagen que (casi) todo el mundo tiene es la de la Plaza de San Marcos y el Gran Canal, pero creo que los mayores atractivos de Venecia no son esos. Al menos no lo son para mi, aunque por lo visto miles de personas de todo el mundo no están de acuerdo conmigo. Es en estos lugares donde la ciudad deja de ser «Serenissima» para convertirse en un parque de atracciones, con sus multitudes, sus colas, sus guías turísticos, sus puestos de máscaras de plástico y sus pakistaníes vendiéndote flores (que para eso es la ciudad de los enamorados).

Un apunte: si algún lector está pensando en un viaje romántico con su pareja, que no elija Venecia, porque pasará unas vacaciones estupendas con su pareja… y con un señor alemán de metro noventa, una excursión de jubiladas francesas que bajan de un crucero y los amigos pakistaníes.

Hoy os propongo un paseo por el Sestriere de Santa Croce, que no se encuentra dentro de la zona más turística (aunque, por supuesto, siempre hay despistados) pero que, como veréis merece la pena conocer.

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En toda la ciudad la red de canales se intercala con una red de calles, todas peatonales por supuesto, y plazas. El escaso espacio existente para construir implica que tanto las calles como los canales son, en general, muy estrechos y los edificios, en comparación con ellos, bastante altos

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Los muros de fachada de muchos edificios son los que forman los propios canales. Esto explica, en gran parte, el estado en el que se encuentran los paramentos, sobre todo en las zonas en contacto con el agua.

La inmensa mayoría de los edificios son de ladrillo revestido. Como es lógico la humedad degrada los materiales a mayor velocidad que en otras ciudades donde las condiciones no son tan agresivas. A pesar de todo, da la sensación de que muchas zonas el mantenimiento se ha dado por perdido… o quizá se mantiene así a propósito, en un intento de mantener esa imagen decadente de la ciudad que (no vamos a negarlo) tiene mucho encanto.

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Se  trata de una ciudad muy complicada para desplazarse, imposible para personas con movilidad reducida. Como es lógico, no hay pendientes, pero todos los puentes tienen escaleras.

Y desplazarse sin un buen plano es una aventura: calles con curva, pasadizos, calles que sólo son canales y otras que terminan en patios traseros sin salida.

Pero eso no es problema, porque en realidad el encanto de Venecia está en perderse por sus calles estrechas. Si alguien no me ha hecho caso y finalmente hace un viaje romántico, cuando vea en las paredes flechas que le indican «San Marco» o «Rialto» que no las siga… allí les está esperando un crucero entero de japoneses.

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En los próximos días iré contando más cosas, no quiero escribir posts demasiado largos, no se trata de eso, sólo de hacer pequeños apuntes de viaje.

Si queréis ver más fotos las iré colgando poco a poco en Flirck.

* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor. Gracias.