Esta mañana ha vuelto a saltar a la actualidad la situación del Edificio España de Madrid, tal y como se muestra en este artículo publicado por El País. La historia de este edificio en los últimos años ha sido compleja y la situación actual no parece que sea mucho mejor que hace unos años, cuando su principal problema era el abandono.
No voy a entrar en desarrollar todo el proceso que ha llevado al edificio a encontrarse en la encrucijada en la que se encuentra, sino que sólo voy a hablar de un par de ideas que me han surgido al leer el artículo. Espero que esas ideas nos sirvan para iniciar un debate, o una charla, o una conversación, o un intercambio…
Antes de nada, para aquellos que no lo conozcan, el Edificio España fue construido entre 1948 y 1953, bajo la dirección de José María y Julián Otamendi y, en el momento de su finalización era el edificio más alto de Europa, con 111 metros de altura. En su día constituyó un hito constructivo y estructural, además de un símbolo para la ciudad. Desde entonces, y junto con la Torre de Madrid, pasó a formar parte del paisaje urbano de Madrid, definiendo la Plaza de España y el final de la Gran Vía.
El Edificio España en una imagen de época, véanse los tranvías (fotografía tomada prestada de aquí)
En el momento actual, el edificio es propiedad del grupo empresarial chino Dalian Wanda, que lo adquirió con el fin de rehabilitarlo y ponerlo en funcionamiento como hotel, centro comercial y/o algunas cosas más. Como es lógico, un edificio de su época presenta grandes problemas de distribución para poder dar servicio a algunos de esos usos, y supongo que esa fue la razón para que el nivel de protección se bajara de nivel 3 a nivel 2, permitiendo que se demoliera la estructura.
Una vez modificado el nivel de protección, los expertos del grupo Wanda resulta que descubren que es inviable demoler la estructura y mantener la fachada ¿De verdad nadie se había dado cuenta antes? ¿A nadie se le ocurrió que eso es una barbaridad? Por supuesto, los reputados expertos lo sabían, lo tenían muy claro, porque desde el principio sabían que lo que querían era desmontar el edificio completo. Lo que me preocupa es que a nadie en Madrid se le ocurriera… ¿o sí se le ocurrió? Eso es todavía más preocupante.
Como solución, al grupo Wanda (supongo que a sus reputados expertos) se le ha ocurrido desmontar y reconstruir la fachada piedra a piedra… bueno, ladrillo a ladrillo, lo cual parece igual, pero no es lo mismo. A mi se me ocurre una idea mejor: dar marcha atrás, devolverle la protección y mantener la estructura… ah! y solucionar el problema de la distribución con inteligencia y no con la piqueta.
Fachada principal del Edificio España (fotografía tomada prestada de aquí)
Bien, el problema está ahí y hay que llegar a una solución. Como hemos visto es un problema complejo, a nivel técnico, a nivel administrativo y a nivel económico. Lo lógico sería que se llegara a una solución técnica factible, económicamente viable y que supusiera un impulso para la ciudad. Y en este punto es cuando el Decano del Colegio de Arquitectos de Madrid propone la celebración de un referéndum (o consulta, o como quieran llamarlo) para que la ciudadanía decida que hacer.
Mis preguntas son: ¿los ciudadanos de Madrid tienen la información (y con eso quiero decir también formación) suficiente para decidir si se debe demoler o mantener? ¿La formalización de la ciudad la tienen que decidir los ciudadanos a golpe de voto? ¿Tiene el mismo valor el voto de un comerciante de la zona, de un obrero que espera conseguir un trabajo y el de una señora de Vallecas? (No hablo de formación, sino de cercanía al problema) ¿Porqué pueden votar los madrileños y no podemos hacerlo el resto? Lo digo porque a mi el edificio me gusta, yo votaría no… o sí, depende de la pregunta.
No creo que una consulta ciudadana, por mucho que esté de moda hablar de ellas, sea útil ni consecuente, sobre todo porque en muchos casos se vota con el estómago y no con la cabeza. Y si esto sale adelante ¿se hará un referéndum para cada edificio protegido? o lo que es peor ¿para desprotegerlo?
Vista de la Plaza de España, con el Edificio España y la Torre de Madrid (fotografía tomada prestada de aquí)
En la calidad arquitectónica del edificio no voy a entrar, aunque mi opinión, si vale de algo, es que se debería mantener y darle uso (que es la única forma de que sobreviva). En cualquier caso, lo que admite poca discusión es que se trata de un edificio que ya tiene su lugar en la ciudad, que forma parte de su historia y de su paisaje y que, sólo por eso merece la pena ser conservado.
Creo que este es el primer artículo de opinión que publico en el blog. Que sea el último o no depende de dos cosas: por un lado de noticias futuras que, como ésta, me susciten dudas, preguntas o preocupaciones, y por otro lado, que mis queridos lectores se animen y entren al trapo. Yo he abierto el debate para eso, anímense.
* Sólo un día después del artículo mencionado, El País publica este otro. Quien ya haya leído el artículo anterior, puede quedarse con los tres últimos párrafos (el resto es exactamente lo mismo). Parece que se descarta la «consulta» (lo cual, por otro lado, era lógico) y que los técnicos de Urbanismo contestarán en el sentido de mantener la fachada manteniendo, a su vez, la estructura necesaria. La propuesta de Ricardo Aroca es similar, e igualmente válida a nivel técnico… ¿Será también válida para Wanda? Me temo que no les va a gustar el «esto es lo que hay, arréglatelas como puedas».
En cualquier caso, parece que el Ayuntamiento de Madrid está adoptando la postura lógica, y se agradece.
Buen artículo y totalmente de acuerdo con lo dicho.
Un saludo.
Jorge Garrido (geólogo)
Cuando hablas de mantenerlo y rehabilitarlo con inteligencia se te olvida decir con qué dinero. Si ese edificio se ha convertido en un ‘muerto’ que no quiere nadie habrá que hacer algo para que no siga abandonado otros 10 años. Y que el estado se haga cargo de todos ellos no es la solución.
Cuando ese edificio o cualquier otro se protegió nadie nos preguntó, no entiendo porqué deberían hacerlo ahora.
Estoy totalmente de acuerdo. La solución no puede venir de la inversión pública. El principal problema es que para que entrase el capital privado (chino, porque ya era privado, del Santander) se modificó el nivel de protección sin criterios técnicos, y es ahora cuando se pone en duda la viabilidad del proyecto, se plantea preguntar a los ciudadanos.
La solución, por supuesto, es darle uso, porque de otra forma está abocado a la ruina. Pero ese uso tendrá que adaptarse a las condiciones de protección y a las técnicas: si la protección te obliga a mantener las fachadas, habrá que mantenerlas, y si para mantener las fachadas tienes que mantener la estructura, habrá que hacerlo. Es de esos condicionantes de los que hay que partir. A eso me refiero a rehabilitarlo con inteligencia.
En cuanto a la consulta… yo no creo que haya que hacerlo porque para eso están los especialistas en Patrimonio, que los hay y muy buenos. Y si se hace, ¿tendremos una consulta en cada pueblo en el que hay una iglesia?¿donde se pone el límite?
Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo
Hay una cosa que esta muy clara, se trata de un edificio histórico y emblemático de la ciudad de Madrid, con un propietario. Antes de que se convierta en un peligro para la seguridad ciudadana y su mantenimiento como tal se convierta en irreversible. Al igual que se actúa en inmuebles de menor valor en los que los Técnicos Municipales actúan por sustitución obligando al propietario a rehabilitarlo, hágase lo mismo aquí. Con mayor motivo.
Al trapo, y en el blog no en el enlace de facebook. Planteas muchos temas sobre los que hay mucho que decir.
Por un lado, está claro que el inversor quiere pasarse de listo, parece probable que lo comprase ya sabiendo que iba a presionar con estos argumentos, no parece creíble que se haga esta inversión sin haber hecho un estudio técnico. A partir de aquí, se puede ceder o no. Lo fácil es decir que no se cede, pero lo cierto es que hay consecuencias económicas que el Ayuntamiento tiene la obligación de valorar.
Siempre que se habla de Patrimonio se habla de dinero, mantenerlo supone un gasto extra, (yo he vivido en un edificio con la fachada protegida) que deben pagar los propietarios. No sé cual es la solución idónea, pero las ayudas públicas, o exenciones, desgravaciones, … no suenan mal, si la sociedad queremos que determinado edificio se mantenga, la sociedad deberíamos contribuir.
Derribar y reconstruir casi siempre es más barato que rehabilitar, y la falta de uso aboca a la ruina, dejarlo en manos que que un promotor tenga aprecio, y dinero, por el patrimonio es arriesgado.
Lo de la consulta popular es otro cantar, yo en general creo que si se elige un gobierno es para delegar, confiar y delegar, pero los votantes de Ahora Madrid parece que van en otra línea de pensamiento. La complejidad del asunto no es suficiente, pues mucho más complejo es la Constitución Europea o la OTAN y se decidió en referéndum. Es un tema, cuándo sí y cuándo no hacer consulta popular, que da para un extensísimo debate.
Me gusta que este debate lo haya suscitado este edificio, que no es de una gran calidad arquitectónica, el propio Ezquiaga lo dice, pero sí pertenece ya al patrimonio emocional de la ciudad. Cuando a veces hablo sobre el desarrollismo en Valladolid, sobre Las Mercedes o la Iglesia de la Paz, no pocos querrían demolerlo, yo creo que hay que recordar, y existe apego a las cosas feas también, son parte de nosotros.
Para terminar esta letanía, con la propuesta de derribar y reconstruir me he acordado del mercado del Val, de Valladolid. En los años 80 se quita el zócalo de ladrillo y se reconstruye, para en el año 2015 eliminarlo aduciendo entre otras cosas «si es que no es el ladrillo original». Esto del Patrimonio parece siempre una búsqueda de cómo hacer la trampa.
Supongo que, como dices, lo lógico es no ceder a las pretensiones del propietario, por dos razones principalmente: porque ya sabía lo que había cuando lo compró y porque si se cede ante uno sientas un precedente. Evidentemente, no ceder en este caso puede llevar a la ruina del edificio, es cuestión de hasta donde tensar la cuerda.
En cualquier caso, está claro que el mantenimiento del edificio, de cualquier edificio, es inseparable de su uso. Yo creo que se debe tratar de conservar, pero no tanto por el edificio en sí, sino por la imagen urbana, por la configuración de la Plaza de España. Aunque en este punto entraríamos en la discusión de si es lógico mantener sólo una fachada, a modo de telón, cuando todo lo de dentro cambia. Ya he dicho que se debería plantear si hay que conservar la estructura ¿realmente es tan complicado? ¿Se pierde tanto espacio como para que no sea factible por el uso?
Estoy de acuerdo con el contenido de tu articulo. Es verdad que el Edificio España no es de lo mejor, arquitectónicamente hablando, que hay en Madrid, pero tiene tal arraigo en la ciudad, una posición y dimensiones que definen un espacio tan emblemático como la Plaza de España, y una historia, que le convierten en un icono de la ciudad de Madrid, en un hito que no se debe perder.
Yo no me puedo creer que un grupo como el grupo Wanda no haya valorado en su día, cuando lo compró, lo que representaba el mantenimiento de la fachada, eso es carísimo, pero seguro que lo tienen estudiado en su Plan de Negocio, lo que pasa es que si se derriba es más barato, eso es evidente.
Lo de reconstruirlo «piedra a piedra» me hace gracia, porque todos sabemos que es imposible, o al menos tan caro como conservar la fachada, lo que se haría sería un pastiche para salir del paso y Madrid habría perdido una de sus señales de identidad a cambio de una caricatura.
Que se piense en ayudas fiscales o de otro tipo me parece interesante para conseguir revitalizar al edificio, pero desde mi punto de vista el Edificio España debe permanecer.
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La realidad es que este edificio tiene muy mal arreglo, precisamente por su estructura que al ser de hormigón en un edificio tan alto, condena las plantas más bajas a ser nada más que un enjambre de pilares gigantescos de dimensiones desproporcionadas, lo que hacen que la relación espacio construido espacio útil sea muy desventajosa. Conservar la fachada en esta altura es imposible y yo he hecho rehabilitaciones de edificios de altura, pero no con una estructura como esa. Esta es la razón, entre otras, de que ese edificio no tenga uso y esté abandonado. Prefiero un edificio nuevo en uso, que un fósil deteriorandose en el centro de Madrid y encima manteniendolo el ayuntamiento. Las protecciones podrán ser las que se quiera, pero la realidad es que nadie mete su dinero en algo así.