La semana pasada, del 24 al 27 de mayo de 2016, se celebró en Burgos el 6º Congreso REHABEND 2016, sobre Patología en la Construcción, Tecnología de la Rehabilitación y Gestión del Patrimonio. Durante el mismo se presentaron en torno a 300 contribuciones de carácter científico-técnico en el campo de la Intervención en el Patrimonio arquitectónico.
JST Arquitectura estuvo allí presentando parte de los resultados de los trabajos que se han realizado sobre la Iglesia de San Pedro ad Víncula en Vallecas. El artículo presentado en el congreso lo pueden leer aquí y pueden ampliar la información en artículos previos de este mismo blog, aquí.
Pero el objeto de este post no es tanto el contenido de nuestra intervención como realizar una breve reseña del desarrollo del congreso.
En esta sexta edición, el congreso se ha celebrado en el Hospital del Rey, sede en la actualidad de la facultad de Derecho y del Rectorado de la Universidad de Burgos. Esta institución fue fundada a finales del s.XII por el rey Alfonso XIII, al amparo del Monasterio de la Huelgas, para el cuidado de los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago y de enfermos pobres.
Hospital del Rey. Puerta de los Romeros
Hospital del Rey. Patio de los Romeros y torre de la Iglesia.
El conjunto es, en su mayor parte, de estilo renacentista del s. XVI, aunque se conservan elementos medievales que conviven con la iglesia barroca y dependencias contemporáneas. Se accede al conjunto por la Puerta de los Romeros, símbolo de la Universidad de Burgos, que da paso al patio del mismo nombre, en el cual destaca el esbelto pórtico renacentista que da acceso a la iglesia (en la imagen anterior).
Hospital del Rey. Detalle de la casa de los Romeros.
Hospital del Rey. Casa de los Sacristanes.
Teniendo en cuenta el tema que desarrolla el congreso, resulta muy oportuna la elección de un edificio histórico en el que se ha realizado una importante rehabilitación, premio Europa Nostra en 1992, que ha permitido la recuperación y mantenimiento en uso de un importante Bien de Interés Cultural.
Hospital del Rey. Patio de Comendadores.
Pero más allá del continente, lo realmente importante en este tipo de eventos es el contenido, es decir, la aportación de todos los investigadores al conocimiento en la materia.
El número de artículos presentados (en torno a los 300, como ya hemos dicho) y el amplio abanico de procedencia de los mismos, indica el interés que despierta el Patrimonio y su relevancia creciente en los círculos de investigación, principalmente en el entorno universitario. El problema se presenta precisamente por ese gran número de ponentes, que impide seguir y asistir a la mayor parte de las ponencias y hace necesaria una planificación previa para poder discriminar las más interesante para cada asistente (planificación que, en cuanto comienzan el congreso, suele trastocarse, pero que hay que hacer para no ir a ciegas de sala en sala). Por la misma razón, el tiempo para las presentaciones se limitaba a un máximo de 12 minutos, por lo se convirtieron, en su mayor parte, en una simple introducción de los trabajos y, en el mejor de los casos, un resumen de los resultados y las conclusiones.
Afortunadamente la documentación del congreso incluye el libro editado con todos los artículos presentados, en formato digital, por lo que, en realidad, el congreso continuará para cada uno leyendo y poniéndose en contacto con quien considere interesante.
Ponencia de Gehan Hamdy, de la Universidad de Benha, situada al norte de El Cairo (Egipto).
Es evidente que en este tipo de eventos lo realmente importante es establecer relaciones entre los que se dedican a una misma materia o a un aspecto concreto de la investigación en torno al Patrimonio. Estas relaciones, para las que están perfectamente previstos los cafés, las comidas y las visitas, me han llevado a hacerme una pregunta que, en definitiva, es una las carencias de este tipo de congresos.
En un par de ocasiones durante esos tiempos de descanso, la pregunta que me han hecho cuando he conocido a alguien ha sido: ¿de qué Universidad eres?. Y sí, es cierto que tenían muchísimas posibilidades de acertar, de que yo perteneciera a una Universidad. También es cierto, por otro lado, que doy clase en la Universidad de Valladolid y que estoy haciendo la Tesis en la misma, aunque en otro departamento que no tiene nada que ver con la docencia, pero el objeto de mi artículo no es fruto de una investigación realizada en la Universidad sino del desarrollo de un trabajo profesional.
La presencia de profesionales o empresas, más allá de aquellas empresas patrocinadoras que van a vender sus productos, es muy escasa y el congreso se desarrolla en su mayor parte en torno a la investigación en el ámbito universitario.
Se echa de menos la participación de profesionales dedicados a la rehabilitación fuera de ese ámbito, estudios de arquitectura o de ingeniería, empresas especialistas en rehabilitación o gestoras del Patrimonio, que aporten su visión concreta del estado de la disciplina y de sus experiencias sobre trabajos reales, sobre la aplicación de la investigación en la empresa. Estoy seguro que la diferencia, en los condicionantes, en los medios y en las necesidades, entre el mundo empresarial y el universitario proporcionaría un intercambio de conocimientos muy útil y muy enriquecedor para la intervención en el Patrimonio a todos los niveles (pero cuidado, no me refiero a ir a vender, que para eso están las ferias).
Cimborrio de la Catedral de Burgos
En cualquier caso, la asistencia es este tipo de eventos es siempre productiva, porque es difícil no encontrar trabajos que tengan interés y, en este caso, algunos de los ponentes han aportado ideas y propuestas que seguro contribuirán al desarrollo de la técnica en el sector del Patrimonio, en ramas tan diferentes como la fotogrametría, el análisis estructural, el estudio frente a la acción de sismos, la monitorización o los estudios estadísticos.
Bóvedas de la iglesia de la Cartuja de Miraflores
Y si entre todos los trabajos presentados no se encuentra nada de interés, siempre será interesante hacer las visitas propuestas a la ciudad y a su Patrimonio, que en este caso fueron la Cartuja de Miraflores y el Museo de la Evolución y la Catedral de Burgos, pero eso es otra historia…
* Todas las fotografías son obra del autor. En el caso de que alguien las quiera utilizar, adelante. Se agradecería en cualquier caso que se avisara con anterioridad y se nombrara al autor.